El representante de la FAO en Ecuador, Alan González, manifiesta que el organismo ha emprendido acciones que le  permiten recoger información para hacer proyecciones de la evolución de los alimentos en Ecuador.

En este sentido, González detalla que están trabajando con el Estado para obtener datos de los precios al consumidor y los internacionales  para la planificación de cosechas, importaciones y exportaciones, todo con el fin de hacer frente estratégicamente a la situación global actual. El experto explica, además, que los indicadores de la FAO que se realizan mensualmente, se refieren a cinco productos: carnes, lácteos, cereales, aceites y azúcar.

Estos alimentos corresponden a los grupos que permiten la seguridad alimentaria de la población. En el caso particular de Ecuador, el representante de la FAO detalla que se debe tener en cuenta sobre todo la provisión de cereales, en particular aquellos en los que somos importadores netos, como el maíz duro, el trigo y la soya.

Según datos proporcionados por la FAO al Banco de Alimentos de Guayaquil, en la urbe hay 350.000 personas que sufren hambre y desnutrición y es a ese grupo al que apunta este organismo local. Sin embargo, la entrega no es directa, la agrupación trabaja con fundaciones a quienes les entregan víveres donados por empresas.

Su representante Patricia Jalil destaca que uno de los principales problemas con el que deben luchar es el desperdicio de alimentos, cuyo fin es cambiar la mentalidad de aquellos que botan a la basura los productos que todavía sirven.