Por cambio climático, Ecuador exige soluciones
En coloridos carteles de cartón ubicados debajo del Monumento a Sucre, en la Plaza de la Administración, de Guayaquil, se leían los mensajes “Con el planeta no se negocia”, “Menos plástico y más sentido común”, “No hay planeta B”.
Los avisos fueron colocados por 200 integrantes de colectivos ecologistas, estudiantes de escuelas y universitarios de la ciudad, que se sumaron a la huelga mundial contra la crisis climática.
Las protestas, que se inspiraron en la activista sueca Greta Thunberg que reclama a los líderes acciones concretas contra el calentamiento global, se replicaron en las ciudades ecuatorianas de Quito, Cuenca, Riobamba, Ambato, Manta, Quevedo, Nueva Loja, Puerto López, Santo Domingo, Santa Elena y San Cristóbal.
Los activistas leyeron un manifiesto, en Guayaquil, en el que pidieron al Gobierno que, a través de la Asamblea Nacional, declare la emergencia climática y ecológica.
El documento, respaldado por 200 firmas, contempla 16 demandas y, entre otros puntos, recomienda elaborar un plan regional para la conservación de la Amazonía, el páramo y los glaciares.
La protesta también llegó a la capital. “Estamos saltándonos nuestras lecciones para darte una”, indicaba un gran cartel con fondo negro que portaron algunos de los participantes en la manifestación en la Plaza Grande.
Juan Castillo, integrante del movimiento Juventud por el Clima, como ejemplo de los efectos del cambio climático en Ecuador, mencionó el deshielo de los nevados y los problemas de sequía en la región Amazónica.
La batalla contra el cambio climático retumbó en América Latina. Desde Ciudad de México hasta Buenos Aires, miles de jóvenes latinoamericanos salieron a las calles para exigir acciones.
En México, 1.000 manifestantes se reunieron en el icónico Ángel de la Independencia y marcharon hacia el Zócalo, en el centro de la capital.
En Santiago de Chile, sede de la próxima cumbre del clima -COP25- en diciembre, el principal punto de reunión fue la Plaza Italia.
El llamamiento también recorrió con fuerza los otros continentes. La huelga mundial por el clima se cumplió en las ciudades europeas de España, Italia, Francia, Bélgica, Nueva Zelanda. También Japón, Corea del Sur y otros países de Asia y Oceanía, en donde especialmente jóvenes y niños no asistieron a clases para manifestarse.
Las movilizaciones se realizaron al cierre de la Cumbre para la Acción Climática de las Naciones Unidas, en Nueva York, que terminó con compromisos insuficientes para recortar las emisiones de dióxido de carbono. (I)