Publicidad

Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Al navegar por Internet siempre dejamos un rastro

-

¿Quién crees que sabe más de ti, Google o tu mamá? Si esta herramienta solo se limitara a entregarnos la información que le pedimos, la pregunta podría sonar un tanto exagerada, pero no es así. Google no está libre de culpa. Al registrar todas las búsquedas, esta herramienta conoce más de lo que debe. Toda la información está almacenada en sus servidores, enormes computadoras donde se almacena la información de millones de personas.

Google es una de las empresas de Internet que más datos tiene sobre cada uno de los cibernautas y eso nos incluye a mí y, por supuesto, a usted.

Basta ingresar a la página https://www.google.com/history con nuestro usuario y contraseña (el que usamos para ingresar al Gmail) para constatar nuestra última búsqueda registrada. Google fue diseñado para llevar, por así decirlo, un registro pormenorizado de las páginas que visitamos y de las palabras que introducimos en el buscador.

Alejandro Suárez Sánchez, autor del libro Desnudando a Google, advierte que cada vez que usamos diferentes herramientas como YouTube, Gmail, Chrome -por mencionar solo algunos servicios en línea- Google toma nota de los gustos de los cibernautas, los horarios en los que realiza búsquedas, su localización geográfica e incluso intereses personales. “Esta empresa ofrece servicios buenísimos, pero no son gratuitos como creemos de manera ingenua. Pagamos con nuestra privacidad”, asegura este analista para quien resulta más fácil ocultar una infidelidad a tu pareja que a Google, una de las empresas más poderosas de la actualidad. Nos guste o no, todos los datos se almacenan de por vida en este motor de búsqueda.

Cada vez que un usuario ingresa a Internet pierde su anonimato, porque al navegar siempre dejará un rastro. Eso es un hecho.

Google sabe qué páginas visitó, cuánto tiempo permaneció en ellas, qué tipo de información buscó, entre otros datos. Toda la actividad que Google registra sirve, sobre todo, para que las compañías conozcan lo que les gusta o no a los cibernautas para así personalizar los avisos publicitarios. Sin embargo, hay algunas opciones para evitar esta intromisión. Ricardo Ortega, especialista en seguridad informática, refiere herramientas como navegación InPrivate de Internet Explorer y de las ventanas para navegar como incógnito que tienen Google Chrome y Firefox.

Nos guste o no, el motor de búsqueda Google conoce las páginas que visitamos y las palabras que introducimos cada vez que necesitamos ingresar a un sitio web.

¿Google revisa los correos?

A mediados de este año, esta compañía delató a un supuesto pedófilo quien habría almacenado en su computadora archivos con pornografía infantil. Google alertó a la Policía estadounidense sobre el contenido de estos archivos y enseguida detuvo al implicado en el delito. Este caso puso al descubierto a Google, una empresa cuestionada por revisar el contenido de cada uno de los correos electrónicos alojados en su servicio Gmail. Este hecho también puso sobre el tapete el tema de la privacidad y, sobre todo, el papel de esta compañía en la vigilancia en Internet.

Las fotos que incriminaron a este ciudadano, estaban guardadas dentro de su buzón de correo, un servicio que, según los especialistas, es privado. En el momento de la detención del supuesto pedófilo, el policía David Nettles pronunció una frase que puso en aprietos a esta compañía: “Yo no puedo ver esa información, pero Google sí”. Como era de esperarse, los funcionarios de Google reaccionaron a las acusaciones de intromisión ilegal, al indicar que el seguimiento de los correos se utiliza para mejorar la plataforma, pero, sobre todo, para generar campañas de publicidad personalizada que, a su vez, se traduce en ingresos para Google.

Jaime Castro, especialista en nuevas tecnologías, sostiene que a esta empresa le interesa conocer todo sobre sus usuarios. “Si no podemos vivir sin este buscador y sin su servicio de correo, no podemos quejarnos de invasión a la privacidad. En una ocasión, Norberto Gallego, periodista del diario español La Vanguardia, dijo que Google nos acompaña cada uno de los días de nuestra vida. “Somos muchos los que nos sentimos incómodos por esta invasión”. Si antes confiábamos en este buscador, ahora hay razones para dudar. Google, al parecer, no dejará de espiarnos; gracias a ello ofrece publicidad, la mayor fuente de ingresos para este gigante al que muchos comparan con el Gran Hermano.

ESPECIALISTA

 

 

Nuestros datos se vuelven públicos en Internet

Efectivamente, Google posee información de sus usuarios: nombres completos, dirección de correo electrónico, dirección de la vivienda, números telefónicos fijos y más. Normalmente esta información se comparte, de manera global, a anunciantes, editores o sitios relacionados con los servicios de Google.

Existen términos y condiciones de uso, así como una política de privacidad, por lo tanto, a la empresa proveedora del servicio como Google, no le conviene irrespetar sus propias políticas, porque perdería usuarios. Considero que la amenaza real está en el hecho de que los usuarios pueden compartir cierta información personal con su propio consentimiento y, por lo tanto, estos datos se convierten en públicos y pueden ser utilizados con fines lícitos e ilícitos.         

Marco Jarrín, director de Omnisoft, empresa de tecnología y desarrollo.

Contenido externo patrocinado