Las peores contraseñas son las más fáciles de recordar
Son pocos los usuarios que pueden enorgullecerse de tener una contraseña difícil de descifrar. La mayoría suelen caer en la tentación de crear contraseñas tan sencillas, como el clásico 123456.
Precisamente esta secuencia de números es la que encabezó la lista de las contraseñas más utilizadas en el mundo. Si la clave es muy sencilla de memorizar, es probable que el trabajo del ciberdelincuente se facilite. Quizás solo le tome unos minutos acceder a tu cuenta para bloqueártela o robarte información sensible.
Jaime Castro, especialista en nuevas tecnologías, dice que de las contraseñas depende buena parte de la seguridad de una empresa, porque son la puerta de entrada a los sistemas informáticos, a tus cuentas bancarias, a tu web, a tus correos electrónicos, a tus bases de datos, en fin, a todo lo que tiene que ver con el mundo digital.
Andrés Zúñiga, empleado privado, confiesa que sus contraseñas podrían ser fáciles de descifrar. “Tengo como 3 cuentas diferentes y sería muy difícil para mí tener contraseñas difíciles de memorizar”, explica. Aunque para cada cuenta tiene una contraseña diferente, no ha descartado cambiarlas para evitar que un hacker pueda descubrirlas e ingresar a sus datos.
Hay usuarios menos precavidos que utilizan una contraseña única para todas las cuentas. “Quizás el mayor problema que tenemos los usuarios es que somos muy confiados y por eso no damos mucha importancia a la seguridad de nuestras cuentas”, precisa Castro.
Un estudio publicado por la empresa de seguridad informática Kaspersky Lab, revela que cada 20 segundos se comete un delito informático en el mundo. El robo de contraseñas se ubica en el primer lugar como uno de los métodos para realizarlos.
Se estima que un hacker puede demorar solo 10 minutos en descifrar una clave sencilla. Si la persona utiliza la misma cantidad de caracteres, pero las combina con mayúsculas, el hacker tardaría algunas horas y si combina números y símbolos, un par de meses. Mientras más números de caracteres tenga tu contraseña, es mejor. Lo ideal es que lleven una mezcla de los 4 tipos de caracteres: minúsculas, mayúsculas, números y símbolos.
El especialista de seguridad Pablo Silberfich explica que no conviene repetir la misma contraseña y evitar los nombres de familiares, fechas significativas, equipos de fútbol o los títulos de los libros preferidos.
¿Qué tan segura es tu contraseña?
La compañía Kaspersky Lab tiene una página web, en la que los cibernautas pueden reconocer cuánto tardaría un hacker en descubrir su clave. El sitio http://password.social-kaspersky.com/ tiene un funcionamiento simple. Una vez escrita la contraseña, el programa informa el tiempo en que un intruso tardaría en robártela. También indica si la longitud es adecuada, si es una palabra demasiado común o si contiene secuencias de teclado.
Los expertos coinciden en que la contraseña debe ser larga. Si ya cumple este requisito, el siguiente paso es añadir diferentes caracteres.
Por ejemplo, si tu password es: NadaEsBlancoONegro, puedes añadirle un número o un signo como un asterisco y será aún más seguro.
En Internet, abundan los cursos para enseñar a robar contraseñas, sobre todo de las cuentas de redes sociales.
Incluso hay hackers que se dedican a dar clases para enseñar a otros usuarios a extraer contraseñas y así poder acceder al servicio de Internet inalámbrico, sin pagar un solo centavo.
De hecho, hay programas diseñados para detectar conexiones inalámbricas al alcance de tu módem y de imitar una dirección IP para acceder a la contraseña de una red protegida y, de esta manera, tener acceso irrestricto a esta.
Cada vez que el usuario ingresa datos en una red inalámbrica pública sin protección, existe la posibilidad de que el hacker pueda descifrar la contraseña que utiliza para ingresar a su cuenta de Facebook.
Es preferible que los usuarios no ingresen a sus cuentas en lugares desconocidos como los cibercafés. Además, es necesario ser precavidos con los enlaces que abra, ya que hay páginas donde se han incorporado programas espía que se encargan de capturar incluso las contraseñas.
Quienes ingresan a las cuentas de los usuarios sin su permiso, no siempre buscan robar las claves de una tarjeta de crédito, sino para obtener información sensible sobre sus propias parejas.
Cada atacante tiene sus propios motivos para robar la información. Muchas veces hay esposos o esposas celosas que desean ingresar a los perfiles de sus parejas, también por venganza de un usuario hacia otro, personas que juegan cierto tipo de juegos online y quieren robar acceso a cuentas y poder robar todo su contenido, hasta personas que solo lo hacen por entretenerse.
Durante décadas, los especialistas en seguridad han intentado reemplazar el uso de las contraseñas por otros sistemas menos tortuosos y llegaron a la conclusión de que uno de los mejores es la información que solo tú sepas.
Eso significa que los secretos que los seres humanos guardan pueden convertirse en el password ideal. (ARB)
ESPECIALISTA
‘Hay herramientas para crear contraseñas difíciles de decodificar”
Las contraseñas no son seguras ni inseguras. Normalmente el común de las personas usa datos personales para registrar una clave como fecha de nacimiento, número de cédula de identidad, nombres de sus familiares o mascotas etc. En consecuencia son muy fáciles de descifrar. Existen muchas técnicas y herramientas para definir contraseñas robustas o difíciles de decodificar. Es necesario que contengan una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales.
Un aspecto a destacar es que estas sean fáciles de recordar por el propietario de la contraseña. Un método común puede ser incluir la primera o la última letra de una frase fácil de recordar. En definitiva, usar patrones para definir las contraseñas. Una recomendación importante es no usar la misma contraseña.
Marco Jarrín, especialista en seguridad y gerente de Omnisoft