Hace 2 millones de años atrás, la sabana africana estaba cambiando. Un violento calentamiento planetario hizo que la sequía arrasara con los bosques. ¿Cómo sobrevivieron las especies que allí vivían? La respuesta: adaptándose. El que no lo hace, desaparece.

Los homínidos empezaron a ponerse de pie. Una característica que se irá acentuando con las generaciones y el pasar del tiempo. ¿Para qué lo hicieron? No se tiene claro aún, pero se cree que pudo hacerlo buscando comida. La evidencia reciente indica que se produjo un cambio en la dieta de esas especies que en esa época empezaron a comer pastos y también carne, lo que les permitió moverse más eficientemente.

Esas mismas condiciones de calor favorecieron a aquellos que tenían menos pelo. Con el paso de los millones de años, de la familia de homínidos surgieron 4 géneros. Uno de ellos es el Homo, que habría tenido a lo largo de la evolución al menos 18 especies, de las cuales solo la nuestra -el Homo sapiens- sobrevive.

Los vestigios del Homo sapiens más antiguo hasta hoy encontrado tienen alrededor de 200 mil años y fueron hallados en África. ¿Pero cómo pudo ese ser lampiño sobrevivir a los rayos ultravioleta? Gracias a la melanina, un pigmento que se sinteriza en la capa más profunda de nuestra piel. Resulta que los rayos ultravioleta son capaces de afectar el ADN. Para evitar este daño la melanina absorbe la radiación ultravioleta nociva y disipa el calor.

Mientras más radiación ultravioleta, más melanina produce el cuerpo, por ende, la piel, el cabello y los ojos se tornan más oscuros. Los distintos tonos de piel y pelo de los seres humanos no son sino una cuestión de producción de melanina como  resultado de la adaptación.

El hombre no se quedó en su lugar de origen; siempre ha sido inquieto y ha ansiado conocer más allá de sus límites. Además, las condiciones ambientales muchas veces lo han obligado a migrar para poder sobrevivir. 

Hace 70 o 60 mil años ese hombre de piel oscura salió de su África natal y empezó a poblar el mundo.

Hace 50 mil años llegó al sudeste asiático, a Europa hace más de 40 mil y a América alrededor de 20 mil años atrás, cuando un puente natural por el estrecho de Bering conectó Asia y América. (...continúa)