Lo que faltaba. La segunda temporada de 13 Reasons Why (en español, Por 13 razones) muestra lo que faltaba: el juicio tras el suicidio de Hannah Baker, una estudiante de la secundaria Liberty que, presa del estrés que añade el bullying, decidió quitarse la vida.

Hannah, una adolescente de unos 16 años, estaba muerta desde la primera temporada, pero siempre estuvo presente a través de unas grabaciones en casetes en las que responsabilizaba a una serie de compañeros por los rumores y las acciones que la afectaban. El vehículo narrativo eran estas cintas que los espectadores íbamos escuchando a medida que lo hacía Clay Jensen, un compañero que no había podido consumar una lenta historia de amor tardíamente correspondido con Hannah.

Pero ahora, el hilo conductor es otro. Ya puestos a declarar en un juzgado, la narración paralela no la desarrollan las cintas, sino los jóvenes involucrados en ellas, a excepción de Clay, quien por alguna razón no aparece en la lista de testigos convocados por la parte acusadora ni por la defensa; lo que causa al inicio algo de sorpresa, pues fue él quien logró —aunque para ello tuviera que dejarse moler a golpes— la confesión del crimen que terminó de llevar a Hannah a la decisión de quitarse la vida.

Hay otras cuestiones que no son como se esperaba. Por ejemplo, el hecho de que el juicio sea contra la secundaria y no contra Bryce Walker. Lo que intenta probar el abogado de la madre de Hannah es que en Liberty las autoridades no estaban interesadas en detectar ni detener el bullying.

Acusada de promover pensamientos suicidas tras su primera temporada, para sus nuevos capítulos, la serie ha preparado una campaña que invita a quienes estén pensando en quitarse la vida a visitar su página web: 13reasonswhy.info, que recibe al visitante con el siguiente mensaje en letras gigantes: «TALK TO SOMEONE» (habla con alguien).

Volviendo a la trama, Clay intenta seguir adelante, pero el recuerdo de Hannah se lo impide en todo momento. Es eso lo que afecta su relación con su actual novia, Skye, una chica que carga con sus propios problemas sin resolver.

Cada capítulo transcurre a la par de un testimonio. El primero en ir a la corte es Tyler Down, el paparazzi escolar que sacó una foto de Hannah besándose con su amiga Courtney, quien una vez en el estrado debe decidir si salir o no del clóset; Marcus, el presidente de la clase, tiene que elegir entre contar la verdad o asegurar las relaciones que necesita para triunfar en la vida; Ryan, el poeta, apoya a Hannah pero se lo piensa mucho antes de contar las partes de la historia que lo harían quedar mal. Jessica teme contar su historia como víctima, Alex no recuerda nada y Zach, el atleta, intenta jugar para los dos equipos.

Eso sí, Hannah vuelve, ya no como narradora en las cintas, sino como un fantasma que habla con Clay y le da pistas para seguir la investigación. Salvo el inexplicable asunto paranormal, la segunda temporada demuestra que quienes decían que la serie no debía continuar se equivocaron. (I)

ADICIONAL
Trivia
13 Reasons Why

Licencia
Christian Navarro (Tony Padilla) tuvo que aprender a conducir para rodar las escenas en su Ford Mustang rojo.

No leyeron el libro
Katherine Langford (Hannah) y Dylan Minnette (Clay) no leyeron la obra en la que se basa la serie.

El color del tiempo
En la primera temporada, las escenas que cuentan sucesos anteriores al suicidio de Hannah suelen tener una paleta de tonos cálidos, mientras que las que ocurren después, tienen colores más fríos. (I)