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Atypical: muestra lo mucho que ha cambiado la Televisión

Atypical: muestra lo mucho que ha cambiado la Televisión
Foto: Afiche de Atypital / Netflix
28 de abril de 2018 - 00:00 - Carlos J. Jijón. Estudiante de periodismo

Atypical es una excelente forma de ver cómo la televisión ha cambiado drásticamente en muy poco tiempo. Hace diez años, Netflix, tal como lo conocemos, no existía y la idea de una comedia televisiva que explore el autismo era inconcebible. Pero ahora no solo que es una realidad, sino que ni siquiera es algo extraño. El nuevo modelo de hacer televisión permite que Atypical, una serie con un adolescente autista como protagonista, se distribuya a escala mundial y que encuentre una audiencia.

Atypical es una comedia, producción original de Netflix, con ocho episodios, estrenada en 2017. Se enfoca en Sam, un joven de 18 años con autismo, y su familia. La idea es que es más o menos una comedia bastante tradicional salvo porque los desafíos que enfrentan nuestros personajes no son necesariamente los que una persona promedio encontraría día a día (‘Atypical’, ¿no?).

Y es muy claro que el propósito de la serie es mostrar el autismo de una manera genuina. Lo cual es muy positivo considerando que estas personas casi nunca están presentes en los medios y cuando lo están, suelen ser objeto de burlas y estereotipos. Y los creadores del show no toman la ruta fácil. Muchos de los temas que toca la serie son muy complejos y controvertidos. ¿Qué siente un padre con un hijo autista? ¿Cómo la condición de una persona puede afectar a su familia? Pero quizá el más interesante es el enfoque de la serie en la sexualidad de Sam. Es muy común en los productos de ficción que las personas con enfermedades crónicas, mentales o con discapacidad sean mostradas como seres ‘puros’ y asexuales. Eso no pasa en Atypical. La principal motivación de Sam en toda la temporada es conseguir una novia.  

Pero aunque la serie esté bastante interesada en mostrarse como moderna y progresista, también ha recibido algunas críticas. El actor autista Mickey Rowe dijo en un artículo para Teen Vogue que el programa no lograba representar a personas con autismo de forma adecuada. Esto debido a que Sam y su comportamiento eran muchas veces «el objeto de la comedia». Para ilustrarlo, menciona escenas cómicas de la serie en las que Sam dice cosas inapropiadas en público sin darse cuenta de que incomodan a las personas a su alrededor. Hay, por ejemplo, un momento en el que Sam empieza a gritar obscenidades en público y otro en el que admite estar mirando el sostén de su terapeuta sin darse cuenta de que esto no es socialmente aceptado. «Se siente como si la audiencia se tuviera que reír de lo raro y diferente que es Sam», escribió Rowe en su artículo.

Esta pieza y otras coinciden en que la serie cae frecuentemente en estereotipos sobre el autismo. Haley Moss, que también tiene autismo, escribe en The Huffington Post que Sam es casi un «estereotipo perfecto». Su obsesión con temas que otros consideran aburridos y su constante y notoria dificultad para socializar son exageraciones que muchas personas con esta discapacidad no experimentan.

Dejando de lado esa discusión, Atypical es bastante buena. La serie se concentra siempre en sus personajes. El elenco principal consiste en Sam, su hermana y sus padres, todos con sus propias historias y problemas. Sam está tratando de tener novia, algo que le resulta complicado debido a sus dificultades entendiendo la comunicación no verbal. Su hermana Casey es una joven atleta lidiando con el amor y su relación compleja con su familia. Su madre, Elsa, tiene que buscar algo que hacer con su vida ahora que su familia no la necesita tanto como antes y Doug, el padre, vive en constante frustración porque no sabe cómo relacionarse con su hijo.

Las actuaciones son bastante competentes también. Keir Gilchrist, que interpreta a Sam, es espectacular. Aunque el actor no es autista, hay un claro esfuerzo para poder capturar detalles que hacen que el personaje se sienta humano y real.

Fuera del tema, la serie no se aleja mucho del estándar de una comedia televisiva común. Hay malentendidos, novias molestas, amores no correspondidos, celos entre amigas, etc. No es lo más original, pero las personas detrás de cámaras saben lo que están haciendo. Por más que sean fáciles de anticipar, todas estas situaciones sirven para mejorar la historia.

Por ejemplo, Casey se asusta en uno de los primeros capítulos cuando se entera de que su novio, que hasta ahora parecía perfectamente normal, tiene una historia criminal y al final resulta que todo fue un malentendido. Aunque puede ser un poco predecible, sirve para demostrar lo mucho que a Casey le importa su relación, y el alivio que siente cuando se entera de la verdad es una muy buena forma de hacer que la audiencia se sienta complacida.

Es ese compromiso con buenas narrativas que hace a Atypical, y a todo el medio televisivo actual, tan especial. No sabemos hasta cuándo dure esta época dorada de televisión, y hay que apreciarla mientras podamos. (O)

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