En días pasados la asambleísta Lourdes Tibán, del bloque de Pachakutik, denunció ante los medios de comunicación que unas “empresas” se acercaron a ella para ofertarle firmas para lograr la inscripción de su movimiento político ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).

“A nosotros se nos presentaron cuatro o cinco oferentes diciendo cuánto les cuesta tener las firmas para que ustedes no caminen pero, ¿de dónde sacamos esa plata? Nos costaba como 200 mil dólares”, comentó en ese momento Tibán.
Este diario  consultó a varios dirigentes de movimientos indígenas para corroborar si esa misma situación ocurrió también dentro de sus organizaciones.

Según José Agualsaca, presidente de la Federación de Indígenas Ecuatorianos (FEI), a ninguno de sus miembros   han utilizado o comprado para usar sus firmas.

“Ellos (en referencia a sus compañeros) pertenecen al movimiento al que quieran y lo han hecho de forma legal”, comentó Agualsaca acerca de la afiliación ilegal en la que se han visto envueltos miles de ecuatorianos.

El titular de la FEI explicó que su movimiento siempre ha luchado por la reivindicación de la Ley del Agua, de las tierras y la distribución de las mismas, por la soberanía alimentaria, entre otros temas más vinculados con lo social, que con la agenda partidista.

Agualsaca mencionó que hasta el momento no ha escuchado ningún ofrecimiento a cambio de firmas. “Nosotros actuamos de manera legal y transparente”, recalcó.

El dirigente expresó que, aunque la FEI apoye al Gobierno Nacional por algunos aciertos que ha tenido en temas que les compete, la entidad, como tal, no se vincula con agrupaciones políticas.

Esta postura es compartida por Delfín Tenesaca, presidente de la Ecuarunari. El dirigente indígena dijo   que ellos jamás se han metido en ese tipo de negociados ni han recibido ninguna oferta, ya sea de empresas o de partidos.

Tenesaca manifestó que “como organización nos encontramos indignados por la actual situación del país por la falsificación de las firmas, pero Ecuarunari es una entidad regional y de carácter social, no política”.

Ecuarunari respeta la postura de la asambleísta de Pachakutik, pero prefieren mantenerse al margen.

Las opiniones de Agualsaca y Tenesaca respaldan las declaraciones realizadas por el presidente de la Conaie, Humberto Cholango, en Ecuador TV. Allí el dirigente increpó a la asambleísta Tibán para que diga públicamente quiénes le  propusieron la venta de firmas a cambio de un valor económico que “no podían pagar”.

A su vez, Cholango invitó a otros asambleístas o dirigentes a confesar y denunciar si les había ocurrido algo similar, para que den sus nombres y sean investigados por la justicia.

Las declaraciones de Tibán ha movilizado a los miembros de Pachakutik.

Durante la reunión que entabló días atrás la bancada de este movimiento en la Asamblea, sus colegas pidieron que Tibán aclare sus aseveraciones acerca de las empresas que ofrecieron vender firmas para inscribir a Pachakutik en el CNE.

“No aceptamos ese tipo de declaraciones, no me parece correcto lo que dice la compañera, si es que realmente eso pasó y a ella le ofertaron firmas. Considero que ella debió haber denunciado a   tiempo sobre este tipo de anomalías, sin embargo no se lo ha hecho”, enfatizó su coideario  Cléver Jiménez.