Grandes plumas: Francisco Ernesto Rodríguez
Campeón de billar de la Asociación
¿Qué deportes faltan de tratar?
La pregunta la hizo el director de la revista, cuando fui hace pocos días a recibir instrucciones para nuevos planes de trabajo. Faltan algunos, de aquellos que no tienen gran arraigo en las masas locales, pero que son practicados por un buen número de jóvenes; entre ellos está indiscutiblemente el billar, que tiene aficionados de todas la edades y condición social.
Aquí está la respuesta al director. Y de acuerdo con sus instrucciones salí en busca de un elemento interesante que pudiera servir de motivo para la crónica…Era mi elegido un simpatiquísimo billarista español, al que vi jugar, hace muchos años, en la capital de la República, cuando yo también daba con facilidad un retroceso...Alguno de mis compañeros me insinuó la conveniencia de que llamara al presidente de una de las dos agrupaciones de empleados que tiene la ciudad…me indicó al señor Alejandro Feraud Peñafiel, quien es uno de los campeones de billar...
Yo tengo, en la actualidad, treinta y ocho años
y llevo de jugar billar cerca de treinta... 1906...
Ya jugaba en un billar que existía en la calle Clemente Ballén entre Boyacá y Chanduy (Rumichaca). Francisco E. Rodríguez.
Algo más del personaje
→ Un cronista deportivo destacado. Para el tercer aniversario de la revista “Semana Gráfica”, las autoridades del periódico EL TELÉGRAFO consideraron al redactor deportivo Francisco Ernesto Rodríguez como el más destacado en el ámbito deportivo.
→ Los aficionados al deporte de la década de los treinta señalaron a la página de Rodríguez como la más interesante de la revista.
→ Para los lectores, sus escritos eran amenos y valientes porque trataban diversos temas con profundidad y conocimiento.
→ Junto a José Santiago Castillo, Gerardo Gallegos, Adolfo H. Simmonds y Jaime Salinas fueron la base de “Semana Gráfica”.
→ Con Jaime Salinas cambiaban el formato de las páginas con fotos a los dibujos del más grande caricaturista de los medios de comunicación de su época, dejando paginas espléndidas.
→ El periodista abandonó este Diario y fue a trabajar a otro medio de comunicación. Pero regresó a este matutino en 1945. (I)