La estructura será entregada en el primer trimestre de 2018
Los vecinos de El Limonal advierten por alta polución
Los trabajos del nuevo puente que unirá Samborondón y Guayaquil se realizan simultáneamente en ambos lados del río Daule, mientras que las críticas y temores se mantienen en las urbanizaciones ubicadas en la autopista Narcisa de Jesús y la vía a Samborondón.
En el lado de El Limonal, en Guayaquil, los habitantes se acostumbraron al ruido que genera la maquinaria que opera en el sitio para compactar el terreno.
Pese a que los diálogos con el Municipio de Guayaquil tuvieron apertura en cuanto a evitar las expropiaciones, hay quienes consideran que la obra representará una caída en el movimiento comercial de la zona.
Henry Muñoz, de 63 años, explica que la nueva estructura puede obstaculizar el ingreso a la cooperativa. “Ejemplos sobran en cualquier lugar de la ciudad donde existe un paso elevado al pie de negocios, como en Portete y Quito”.
Mientras que Luis Quinto, quien administra dos locales junto a la casa esquinera que fue expropiada para dar paso a la salida del viaducto, dice que el muro que separará el puente de la calle también afectará el ingreso a sus negocios, un ciber y una despensa.
Lamenta que los vecinos no se organizaran para presentar un reclamo al Cabildo, pese al perjuicio económico y la potencial contaminación visual y auditiva. “El muro nos puede aislar y el elevado número de carros que transiten puede generar nerviosismo en los compradores”.
A inicios de este mes comenzaron a colocarse los pilotes que sostendrán las losas que conectarán la autopista Narcisa de Jesús con el kilómetro 3,5 de la vía a Samborondón.
En este lado, los temores son similares a los de los habitantes de El Limonal. La advertencia que más empodera Silvana Valladares, procuradora judicial de un grupo de residentes de Samborondón, es que el tránsito vehicular puede volverse caótico con el nuevo puente.
El flujo de automotores que llegue y salga por la estructura bloquearía la salida de los residentes de las urbanizaciones Torres del Sol y Palmar del Río, “sin contar que si existe un accidente, como un descarrilamiento, podría afectar a alguna de las casas”.
Además, a pocos metros de la obra, se encuentra el Liceo Panamericano. “Los niños serían perjudicados por la contaminación que se generará”.
En 2014, la consultora Asociación Puente Guasamda (Guayaquil-Samborondón-Daule) recomendó como la mejor opción levantar la vía en el km 6,8 de la vía a Samborondón, porque el lugar “cuenta con áreas parciales para conectar la vía de acceso en Samborondón, posee acceso directo a la autopista Narcisa de Jesús, cuenta con área disponible en Guayaquil para realizar un distribuidor de tráfico”.
Sin embargo, el Cabildo local se decidió por el km 3,5 porque representaba menor impacto en cuanto a expropiaciones.
Este diario intentó contactar a algún representante del consorcio Enlace 780 -conformado por las compañías Verdú y Eurofinsa-, responsable de la obra.
En el lado de Samborondón, una persona indicó que para concretar una entrevista se debía contactar con la responsable del departamento de Relaciones Públicas, Karla Villacís, y facilitó un número de teléfono. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no respondió las llamadas. La entrega del nuevo puente está prevista para el primer trimestre de 2018. (I)
En la autopista Narcisa de Jesús, el consorcio Enlace 780 colocó desvíos para el tránsito en uno de los carriles. Foto: Karly Torres / El Telégrafo