La nueva estructura que reemplazará al paso elevado que cayó en la Avenida de las Américas tendrá una resistencia sísmica contra eventos de 7 grados Richter, equivalente a 0,9 menos que la intensidad presentada en Manabí, en abril pasado.

El puente será edificado en un lapso de 4 meses por el consorcio Paso Av. Américas, integrado por Nobahorm Constructora Noboa y Metales Inyectados Metain.

La contratista firmó el convenio respectivo con el Municipio la tarde del jueves pasado. Los trabajos tendrán una inversión de $ 2’275.360,77 millones.

El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, destacó que la construcción tendrá aisladores sísmicos direccionales ubicados en las vigas. “Contará con toda la tecnología necesaria para evitar percances”.

La aislación consiste en colocar  interfases flexibles entre el suelo y los pilares, de forma que se reduzcan considerablemente las vibraciones sísmicas que se presenten.

De esta manera se obtendrá una estructura “que cumple con todas las normas vigentes”, aseguró Sebastián Lladó, representante del consorcio.

El diseño del paso elevado será similar al que se derrumbó con la diferencia de que será totalmente metálico. La obra sería terminada en diciembre de este año aunque el alcalde Nebot, en abril pasado, ofreció concluir los trabajos en octubre próximo.

El plazo para la construcción inició el 25 de agosto pasado con la entrega de un anticipo cuyo monto no se reveló.

El consorcio Paso Av. Américas no tiene experiencia en la construcción de este tipo de estructuras. Sin embargo, estuvo a cargo del reforzamiento, encamisado y apuntalamiento de las bases de los puentes que conectan la calle Esmeraldas con la av. de las Américas.

Lladó no descartó participar en futuras licitaciones para construir nuevas obras viales en la ciudad.

El paso a desnivel que colapsó frente al Cuartel Modelo, en el norte de Guayaquil, fue construido en 1982, durante la alcaldía de Bolívar Cali Bajaña.

Ingenieros civiles consultados por EL TELÉGRAFO coincidieron en que un viaducto debe tener un tiempo de vida útil más amplio que el que cayó en el sismo de abril.

José Centeno, expresidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Guayas, explicó que con las exigencias actuales “un puente podría llegar a estar en pie hasta 100 años”. Las normas bajo las cuales se construyó la estructura que cayó debieron otorgar una resistencia de, al menos 50 años. El de la av. de las Américas duró solo 34 años.

Para Jaime Argudo, quien es master of Science of Engineering University of Texas at Austin (EE.UU.) e ingeniero civil, la resistencia debió de ser de 75 años.

El anterior puente cayó por una falla de los pilares, que eran más pequeños de lo debido. “Estos se movieron y provocaron que los pilares centrales cargaran con todo el peso y estos, a su vez no lo soportaron”.

Argudo sugiere que se realicen inspecciones anuales a las infraestructuras viales y tomar en cuenta las proyecciones de crecimiento del parque automotor para futuros proyectos de construcción. (I)