Samborondón aún no define si cobrará peaje en nuevo puente
Roberto Gallegos, de la urbanización La Delicia (km 11,5 de la vía a Samborondón), recurrentemente visita el sector de Sauces 9, norte de Guayaquil, para visitar a su familia política.
Para ello solía tomar la av. León Febres-Cordero y luego salir por el puente que conecta con la av. Francisco de Orellana desde donde se dirigía a la Teodoro Maldonado y, finalmente, hacia la Isidro Ayora Cueva.
Ayer decidió tomar el nuevo puente que conecta Samborondón y Guayaquil. Estimó que se ahorraría más tiempo avanzando por esta estructura y la av. José María Egas, pasando por sobre la autopista Narcisa de Jesús.
Al final, no percibió mayor diferencia en la circulación. “El problema está en la vía a Samborondón, son muchos los que quieren pasar a Guayaquil y el tráfico avanza lento”, sentenció Gallegos.
En el primer día de uso del flamante puente, la percepción de conductores y peatones fue variada.
Si bien quienes circulan en dirección Guayaquil-Samborondón aseguran que existe un ahorro de tiempo, quienes van en sentido Samborondón-Guayaquil afirman que todavía faltan aspectos por corregir en las calles de las ciudadelas del norte del puerto principal.
Además, todavía queda por definir si habrá cobro de peaje en el lado de Samborondón. José Yúnez, alcalde del cantón vecino, reveló que dicha tasa queda temporalmente suspendida.
Acotó que el tema será definido en octubre próximo cuando culminen las obras complementarias que se realizan cerca de la vía a Samborondón. “El Concejo lo va a analizar, tal vez no haya que cobrar. En un futuro tendrán que decidir los nuevos alcaldes de Guayaquil y Samborondón cuál será el mecanismo”.
En cuanto a los beneficios del puente para el tránsito vehicular hay criterios diversos. Choferes como Julio Quinde, taxista profesional, comenta que las avenidas Rodrigo Ycaza y Antonio Parra se saturan por los vehículos que se dirigen a Guayacanes y la Terminal Terrestre.
“El punto más conflictivo es la terminal. Pueden retirar líneas de buses de la Rodrigo Ycaza pero será imposible que los saquen de la Antonio Parra”, comentó Quinde.
Mientras que por el lado de los habitantes de las zonas afectadas por el nuevo flujo vehicular, se mantienen dudas en cuanto a gestiones que mitiguen la contaminación visual, auditiva y del aire.
En los bloques de Sauces 4 hay una opinión dividida. Algunos proyectan negocios como restaurantes y artículos para automotores, otros, en cambio están preocupados por su salud y la plusvalía.
En el bloque 21 del sector, Juana Herrera manifestó que el aumento del tráfico pondría en riesgo a los menores de edad que buscan las canchas que están justo a la mitad de la avenida Rodrigo Ycaza.
“Ni siquiera han puesto señalética o semáforos, debieron instalarlos mientras hacían el puente”.
Javier León, del bloque 30, tiene igual criterio que Herrera. Observó que el único semáforo en casi 600 metros de avenida está en la intersección con Enrique De Grau.
“Nunca dijimos nada porque el tráfico es regular pero no sabemos qué pasará ahora que aumentará”.
Incluso hay quienes consideran vender sus inmuebles porque perciben que el aumento del tráfico vehicular desvalorizará las propiedades, tal y como se reportó en una publicación anterior de diario EL TELÉGRAFO. (I)
Proyecto
Costo de la obra aumentó
Hasta mediados de 2017, el consorcio Enlace 780 afirmó a EL TELÉGRAFO que la inversión realizada en el puente ascendía a $ 71 millones. Sin embargo, durante la entrega de la obra se afirmó que costó aproximadamente $ 84 millones.
60 mil vehículos diarios, en promedio, se estima que circularán por la estructura.
Ofertas para nuevo puente
El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, anunció que espera ofertas para el puente hacia el cantón Daule. (I)