El Municipio porteño reconoce a la calle 6 de marzo como el único sitio autorizado
La oferta de años viejos se extiende a cuatro zonas de Guayaquil (Galería)
Georgina Bajaña, de 65 años, por primera vez intentará vender monigotes en las calles Portete y la 40 (suburbio). Los confeccionó desde junio de este año. En una acera de Portete se encuentran sus 20 muñecos: Mickey Mouse, la Rana René y el Chavo del 8. Son algunas de sus figuras, elaboradas con papel y cartón.
La tendencia que ha tomado fuerza en el cantón es exhibirlos en lugares alejados de la tradicional calle 6 de Marzo, es decir, en zonas alternativas al único sitio autorizado por el Municipio de Guayaquil (que abarca desde la calle Franco Dávila hasta Venezuela).
La comercialización se trasladó a las calles Milagro (ciudadela Bellavista), Portete, Las Esclusas, 25 de Julio, José Luis Tamayo y Oriente. Aunque en menos cantidad que en la 6 de Marzo. Los precios de los monigotes varían por su tamaño y material: desde $ 5 hasta $ 50.
Según los comerciantes autónomos, buscan lugares alternos porque la única vía autorizada es insuficiente para abarcar el movimiento comercial que genera el fin de año.
Bajaña cuenta que con las ganancias que obtenga del negocio se someterá a un tratamiento por una dolencia en el intestino. Por el momento, las ventas son bajas. “Espero que el negocio se dispare en las últimas horas del año (mañana)”.
En la Avenida 25 de Julio, cerca del Puerto Marítimo, Wilberto Rodríguez, maestro soldador, por cuarto año consecutivo exhibe sus creaciones. En los dos primeros años, la Policía Metropolitana le decomisó la mercadería. En 2012 y 2013 no tuvo problemas y aspira a que esa situación no se repita en los siguientes días. Ha invertido aproximadamente $ 700. Su meta es obtener una ganancia neta de $ 1.300.
Explica que no va a la calle 6 de Marzo porque hay mucha competencia y también “se roban los muñecos”.
En el norte, cerca de villa España, Marcos Arévalo y su esposa se asociaron con un amigo para construir los muñecos desde el pasado marzo. Su punto de venta es la avenida José Luis Tamayo.
El ciudadano tampoco se interesó por ir a la 6 de Marzo, porque los espacios son disputados. “No dan un sitio para los nuevos comerciantes”.
La esposa de Arévalo pintó los años viejos y se encargó de hacerles detalles: cejas de espumafón y bigotes de fomix.
La pareja ha invertido $ 1.200 en los materiales. Para ellos, el feriado es una oportunidad para obtener ingresos. “No tenemos trabajo”, acotan.
También hay familias, como la de Douglas Ríos -en las calles Oriente y García Moreno-, que no solo venden cerca de su casa, sino que también elaboran los cuerpos para otros.
Ríos detalla que el negocio en el sector es bueno, puesto que ciudadanos de varias provincias y de otros sectores de la ciudad compran en la zona.
Procura tener, al menos, 300 muñecos para fin de año. Sus precios están entre $ 3 y $ 50. “Los vendemos todos, debido a que son baratos”.
Pese a que los costos son módicos, es inevitable que la gente, “busque regatear y uno debe bajar los precios para que se los lleven”, aseguró Carmelino Macías, en Rosendo Avilés y la 38.
Instructivo para la quema
El Municipio de Guayaquil emitió un instructivo para la quema correcta de los monigotes.
La incineración del tradicional muñeco de paja, aserrín, madera o papel se debe hacer únicamente en las calles o avenidas pavimentadas con hormigón (color gris) o en las vías rellenas con material pétreo (cascajo). También, añadió el Cabildo, se pueden usar veredas o solares no edificados, con las debidas precauciones.
“No utilice petardos ni ningún tipo de camaretas porque es peligroso. En ocasiones, los accidentes ocurren porque se hacen cerca de viviendas de caña o de construcción mixta”.
El Ayuntamiento advirtió que está prohibido emplear las calles y avenidas asfaltadas (pavimento asfáltico de color negro) para esta práctica, porque daña la vía. La misma restricción rige en cualquiera de las áreas (adoquinadas o ajardinadas) que han sido sometidas al proceso de regeneración urbana.
“De los daños sobre vías asfaltadas o sectores regenerados se responsabilizará al propietario o arrendatario del predio más cercano al lugar donde la quema produjera”, reza en un comunicado difundido por el Municipio.