Chapulines, Los Simpson y King Kong forman una fila en la calle Oriente, desde García Moreno hasta José de Antepara (en el sur de Guayaquil). Es una pequeña galería de personajes de la televisión y del cine.

Carlos Loor, quien creció en ese sector, hace 20 años exhibe sus años viejos en la vereda. La zona es un nuevo polo de desarrollo de monigotes. Los precios varían desde $ 8 hasta $ 25.

De acuerdo con Loor, en esta fecha, en 2014, ya no le quedaba ninguno de venta. Hasta el sábado tenía menos cantidad de monigotes en relación con la semana anterior. “Se van a Quito, Esmeraldas y Manta”, cuenta el artesano, quien asevera que las otras ciudades se han convertido en sus mejores clientes. “Ayer (viernes) se llevaron 300 muñecos”, precisa.  

La av. Velasco Ibarra, a la altura del parque Bellavista, es otro punto donde se expenden las creaciones. Eduardo Conforme hace 8 años se ubica en el lugar. En el sitio sobresalen Superman, Hombre Araña y Hulk. Según Conforme, en estos días personas de Cuenca y Quito compraron monigotes para llevarlos a estas ciudades. Ya ‘exportó’ 300.

Héroes infantiles como Iron Man o Gokú (cabello azul) están en las veredas de Guayaquil. Tomarse una selfie con ellos cuesta $ 0,50. Foto: William Orellana / El Telégrafo.

Por su parte, José Cruz, uno de los comerciantes más antiguos de la calle 6 de Marzo, explica que ha variado la técnica de Guayaquil.

Los artesanos cambiaron la brocha por el aerógrafo y el aserrín por la fibra de vidrio. “Mi hijo, que estudió en el Colegio de Bellas Artes, fue uno de los primeros que utilizó nuevas técnicas hace 8 años”, recuerda.

Estas nuevas modalidades permiten hacer réplicas exactas. Por ello, elabora monigotes a la medida y en tamaño natural. “Me trajeron una foto y tengo que hacer un año viejo del empleado de una empresa. Ese pedido cuesta $ 140”.

También hace a políticos. Una figura del presidente Rafael Correa y del alcalde Jaime Nebot están en su galería urbana. “He vendido 10 de Correa y 5 de Nebot”. (I)

DATOS

El Cuerpo de Bomberos recomienda quemar los años viejos en espacios abiertos, alejados de las viviendas, considerar que no haya espacios verdes alrededor.

Al armar el monigote no se debe colocar en el interior materiales explosivos y es preferible no usar combustible para quemarlo. El lugar debe estar alejado del cableado eléctrico.

Evitar que los menores manipulen fuegos artificiales, especialmente las camaretas y los tronadores. El Cuerpo de Bomberos dijo que estos explosivos se calientan fácilmente y pueden ocasionar accidentes.

Fotos: William Orellana

Muñecos están en La Ofelia y La Carolina, de Quito

Dos ciudadanos observan los ‘años viejos’ exhibidos en uno de los puntos de venta abiertos este fin de semana en el sector La Ofelia (en el norte de Quito). Foto: Marco Salgado/ El Telégrafo.

Al pie de la avenida Diego de Vásquez, en el mercado La Ofelia, ubicado en el norte de Quito, como es tradición, son exhibidos diversos tipos de monigotes para comercializarlos.  

Javier Quishpe, uno de los 17  comerciantes, afirmó que este año compró 600 procedentes de Guayaquil,  más que en otras ocasiones, pues en 2014  adquirió 400.   

Sin embargo, lamentó que el Municipio  planea reubicar a los vendedores del sector. Por ese motivo, organizarán una marcha hasta la Defensoría del Pueblo, a mediados de enero del próximo año.

Cecilia Guerrero, otra de las comerciantes, llegó en la madrugada del sábado con 130 monigotes en camiones, también de Guayaquil. “Viajamos 11 personas de la familia y los compramos en la calle 6 de Marzo”. Ella espera vender todos hasta el 31 de diciembre, pues los valores son desde $ 5 hasta $ 200.    

En el sector del Parque Náutico, en La Carolina en Quito, también se han ubicado algunos puestos de venta de ‘años viejos’. En el sitio, además, ofrecen caretas, pelucas, antifaces y diversos accesorios para las personas que opten por disfrazarse el fin de año. (I)

Fotos: Marco Salgado