Comercio informal prepara las estrategias de Navidad
Los vendedores, tanto formales como ambulantes de sectores comerciales como “Bahía”, Alborada, Terminal Terrestre, entre otros, se preparan para lo que será la primera semana de diciembre, dentro de 7 días, que les representa mayor actividad comercial y, consecuentemente, mayores ganancias.
Entre quienes tienen un puesto (quiosco) asegurado gracias al Municipio de Guayaquil existe la expectativa, que consideran “inevitable”, de tener que competir con los vendedores autónomos.
Mientras que este grupo, que en cada diciembre de los últimos años protesta por sus derechos, insiste en que se le dé una espacio para vender sus productos.
Varias organizaciones de vendedores autónomos han participado de capacitaciones impulsadas por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) con el objeto de obtener los permisos municipales.
El programa del Mies, denominado Guayaquil Incluyente, instruye desde hace casi un año a los vendedores autónomos sobre las normas que deben seguir para que su labor tenga garantías de higiene y eficiencia turística.
Sin embargo, aunque se sienten conformes por las instrucciones recibidas, varios comerciantes de artesanías y ambulantes afirmaron que requieren de mayores espacios.
“Marcos”, en una improvisada percha, vende zapatos para niños. “Los pequeños tienen prioridad en el mes de diciembre”, dijo.
Este comerciante asegura que los gremios de vendedores autónomos trabajan en proyectos para la ampliación del casco comercial de la Bahía, hasta el mercado de las 4 manzanas, para evitar problemas con el Cabildo.
“Hasta donde sé no han recibido respuesta de las autoridades y lo más seguro es que haya problemas la siguiente semana”, aseguró “Marcos” quien está pensando en la explanada del estadio Alberto Spencer como alternativa para vender su calzado.
Geovanny Benítez, que por 8 años ha trabajado vendiendo flores artificiales debajo del paso a desnivel de la calle Chile, considera que el objetivo del Municipio es erradicar el comercio autónomo de la Bahía y que este año se repetirán los enfrentamientos entre metropolitanos y autónomos.
“Cada año se ve a menos personas ocupando las calles para vender”, dice Benítez, quien critica la forma en que los autónomos se apoderan de la calle Ayacucho a finales de año, y el modo en que “ensucian las calles y tapan el alcantarillado”.
Elías Guamán, quien tiene 10 años vendiendo ropa en un puesto ubicado en la calle Ayacucho, reconoce que con el cierre de calles se vende menos, pero defiende la igualdad de oportunidades.
“Todos tenemos derecho a llevar el pan a la mesa de nuestros hogares y no creo que sea tan difícil darles a los autónomos, al menos, un espacio temporal”, comentó Guamán.
Hasta el cierre de esta edición, se intentó obtener una entrevista con Gustavo Zúñiga, director del departamento de Aseo y Mercados del Municipio de Guayaquil, para conocer sobre las propuestas presentadas por los comerciantes autónomos, pero no hubo respuesta.
Mientras que en la Intendencia de Policía de Guayas se informó que no han recibido propuestas para ubicar a los vendedores, pero que “las puertas están abiertas para acuerdos y sugerencias”.