Las luces de colores, guirnaldas, muñecos, adornos y otras novedades desbordan los locales del mercado de artículos varios conocido como Cuatro Manzanas, en el centro de Guayaquil.

Hasta fines de septiembre, en este popular centro comercial predominaban los libros, cuadernos, lápices y otros utensilios escolares. Sin embargo, en los últimos meses del año este establecimiento se viste de rojo y verde, colores que simbolizan la Navidad.

Y es que sus comerciantes para ganarse la vida ajustan sus ventas de acuerdo a la época, según manifiesta Gloria Ávila, propietaria de un local.

La mujer cuenta que al año se realizan dos ferias: la primera que inicia en marzo y coincide con el inicio del año escolar en la región Costa y la segunda desde fines de octubre en las cercanías de la Navidad.

Las figuras de Papa Noel y árboles sintéticos se mezclan entre los juegos de luces multicolores que emiten melodías de Nochebuena.

Carmen Cevallos, habitante del norte de Guayaquil, visitó el martes 12 de noviembre el mercado para comprar unos adornos para decorar su casa.

“Recorrí algunos puestos y la verdad es que los precios están muy accesibles comparado con otros negocios que visité en otro sector de la ciudad”, expresó.

Indicó que le llamó la atención que los comerciantes están al día con las novedades que salen cada año para esta época. En una hora recorrió los diferentes puestos y salió contenta con una bolsa de productos.

En el Mercado de las Cuatro Manzanas hay 1.400 locales y de estos al menos el 70% se dedica al comercio navideño en estos tiempos. Otros quioscos, en cambio, se surten de ropa, que también tiene salida para esta época.

Agraciadas chicas reciben a los visitantes y los invitan a observar la mercadería. Ellas dicen que ganan su remuneración de acuerdo a la cantidad de clientes que “enganchen” hacia cada local.

Grace Montaño, una joven afro, dice que cada fin de año se emplea en este mercado. Buena labia, trato amable y una infaltable sonrisa son sus 'armas' para atraer a los clientes.

El joven Henry Tobar, en cambio, se viste de rojo y usa una nariz de goma de payaso para llamar la atención de los clientes.

“Gracias a Dios me va bien. Hay que ver la manera de captar la atención de la gente”, dice el comerciante, quien -no obstante- considera que los cómodos precios que ofrece son realmente el principal atractivo del negocio para el cual labora.

La feria o bazar navideño atiende desde las 08:00 hasta las 20:00 de lunes a domingo y en la víspera de Navidad la atención se extiende hasta las 22:00.

Desde los primeros días de diciembre, los comerciantes ofertan juguetes que también tienen buena aceptación de los visitantes.

La feria culmina el 31 de diciembre y los comerciantes toman un breve respiro hasta prepararse para la feria de los libros de marzo. (I)