Hace aproximadamente una semana, el esposo de Nereyda Bajaña, habitante de Cisne 2, llegó a su casa a altas horas de la noche luego de cumplir un turno nocturno en su trabajo como guardia.

Parte de su ruta es el malecón construido por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) cerca de la escultura gigante del Cristo del Consuelo, instalada por el Municipio de Guayaquil.

En el sitio recreativo hay juegos infantiles y biosaludables sobre planchas de césped artificial, muy usados por los vecinos del sector, narra Bajaña.

Al llegar cerca de su casa, el ciudadano notó que uno de los ‘paseos dobles’ -que sirve para mover las piernas- estaba desprendido de su base.

“Mi esposo rápido lo cogió y lo encadenó a la reja de la casa, de seguro fueron los ‘hacheros’ que hace rato se vienen robando cosas del parque”, manifestó Bajaña.

En los aproximadamente 150 metros que comprende el tramo del malecón de Cisne 2, el robo de los implementos ha sido sistemático desde hace semanas, aseguran los vecinos del sector.

El primer asalto al espacio público dejó estupefactos a los moradores del populoso sector: una rueda giratoria para los niños, de aproximadamente 2 m de diámetro, desapareció “pero como por arte de magia”, comentó Jhonny Málaga, quien tiene tres décadas en la zona.

El ciudadano, como otros vecinos consultados, centra sus sospechas en delincuentes que habitan en Esmeraldas Chiquito, ubicado en la orilla que está al frente de Cisne 2, así como en los consumidores de estupefacientes que viven cerca de la escultura del Cristo del Consuelo.

Las especulaciones apuntan a que los responsables de las agresiones al espacio recreativo venden los objetos robados a centros de acopio de chatarra “para conseguir dinero para su droga”.

Tal situación no es nueva en la ciudad. En 2012, un desfase en la contratación de guardianía para zonas regeneradas -que quedaron desprotegidas- derivó en el robo de implementos de los espacios públicos. El alcalde Jaime Nebot emprendió controles en los negocios dedicados a la compra y venta de los bienes sustraídos.

Recientemente, el parque Centenario también fue atacado por delincuentes que se llevaron hasta los adoquines. Tal hecho es usado por el Cabildo como justificativo para cerrar tres de las cuatro puertas de ingreso.

De igual manera, en el malecón de Cisne 2, el robo no se limita a los objetos de metal. En la misma área donde desapareció la rueda giratoria faltan cinco planchas de césped artificial.

‘Javier’, quien prefiere el anonimato por temor a represalias, señaló a los consumidores de estupefacientes como los responsables. “A algunos de ellos ni los conocemos, por eso decimos que vienen de otro lado, especialmente de la Trinitaria”.

También cuestionó que ninguna autoridad haya solucionado el robo de los implementos pese a que la situación ya fue expuesta a miembros de la Policía Nacional y Metropolitana. “Parece que no les importa nada, la gente hasta bota basura al estero y nadie hace control”.

Este Diario contactó a personal del departamento de Comunicación del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda para conocer la postura de esa cartera de Estado sobre estos hechos.

Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. (I)

Construcción
Despeje de las riberas
La orilla del estero Salado ubicada al pie de Cisne II fue considerada dentro del plan Guayaquil Ecológico. Desde 2015 se inició la limpieza de la zona junto con otras riberas ubicadas en Guasmo Oeste y el sureste de la Isla Trinitaria.

3 kilómetros lineales comprende el tramo de malecón que incluye al sector Cisne 2.

Cuatro zonas beneficiadas
Cisne 2, Cuatro Ases, La Colmena y Puerto Lisa se beneficiaron del tramo 5 del malecón del estero Salado.