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El Telégrafo

La ‘dieta Dilma’ dio la vuelta al mundo

La ‘dieta Dilma’ dio la vuelta al mundo
01 de febrero de 2015 - 00:00

El año pasado, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff puso sus manos al fuego por una dieta, al parecer, tan eficaz que conseguiría bajar 13 kilos de peso. Su objetivo era verse más delgada el día de la posesión de su segundo mandato: 1° de enero de 2015.

El tratamiento se lo sugirió Kátia Abreu, ministra de Agricultura de su país, y fue concebido por el médico argentino Máximo Ravenna, conocido por ser el hombre que revolucionó la manera de bajar de peso con su método estricto e incluso tirano. No contiene alimentos con harina y tampoco alimentación procesada, pero incluye carnes, lácteos, vegetales y pocos productos dulces.

Máximo Ravenna plantea una dieta baja en calorías, muchas menos de las que el cuerpo necesita al día. Bajo este régimen, el organismo se ve obligado a consumir sus propias reservas de grasa. Según se explica en la página web de este médico, la combustión de grasas por el organismo no solo permite una rápida pérdida de peso, sino que envía un mensaje de saciedad al cerebro que hace que la dieta sea llevadera.

Este médico, autor de varios libros, alcanzó fama cuando modificó la silueta de las 2 personalidades más conocidas de Argentina: Diego Maradona y Susana Giménez. En Internet, hay testimonios de personas que se han sometido a sus métodos y aseguran que en su clínica la gente pasa hambre. Algunos advierten que Ravenna es tan duro que muchos han desertado. En una ocasión, este médico advirtió que siempre se ha caracterizado por ser frontal. “Hay una bipolaridad entre amo la comida y amo mi cuerpo. Si como con voluptuosidad en la noche no puedo sentirme bien en la mañana”, señala. Por eso empezó a aplicar su propio método de trabajo: durante 15 días seguidos las personas deben acudir a su centro médico por 1 o 2 horas —fin de semana incluido— porque de viernes a domingo es cuando se produce la “fábrica de gordos” y de ahí surge la típica frase: “El lunes empiezo”.

Este médico defiende su filosofía a ultranza: en la dieta, por ningún motivo, se toman vacaciones. Esas son sus reglas. Como muchos especialistas en nutrición, este médico sabe que a diferencia de azúcares y harinas refinadas que provocan un placer casi instantáneo, la comida de la felicidad no perjudica la salud, porque está compuesta por alimentos que fomentan la producción de serotonina y endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad. Este tipo de comida contiene un elemento conocido como triptófano y está presente en el pescado, la sardina, los huevos, el atún, el queso y otros.

Dilma Rousseff se planteó bajar 13 kilos. Antes de su posesión perdió 8 kilos. Lo logró en un par de semanas.

Cuando Dilma Rousseff se sometió a esta dieta en diciembre de 2014 quería bajar 13 kilos de peso y antes de su posición, el 1° de enero, logró disminuir 9 kilos. Según Ravenna, ella comía en forma desordenada alimentos antiansiedad que, en realidad, provocaban más ansiedad.

La nutrióloga, Alegría Dávalos Vega, advierte que este método es muy estricto, porque utiliza dietas de bajo valor calórico (800 calorías). “En el caso de Dilma Rousseff sería de aproximadamente 1.800 calorías. Esta restricción calórica se aplica para mostrar resultados a corto plazo”, dice.

Para la especialista, el fundamento del método Ravenna es sustituir harinas blancas por integrales, pues explica que estas y los azúcares resultan adictivos y para el paciente resulta muy difícil mantenerlos bajo control, por lo tanto, prefiere eliminarlas completamente. Este régimen aporta carbohidratos complejos a partir de cereales integrales, leguminosas (fréjol, lenteja) y vegetales que contienen almidón (arvejas, habas).

Dávalos precisa que al dejar de consumir harinas blancas se baja de peso, porque estas favorecen la absorción rápida de la glucosa y si el organismo no la utiliza se transforma en energía de reserva y finalmente en grasa. Aunque muchas personas consigan bajar de peso al someterse a las dietas de bajo valor calórico, estas pueden tener efectos adversos, porque no aportan la energía necesaria. Entre ellos están la fatiga crónica, el estreñimiento, las náuseas y los cálculos en la vesícula. La diferencia entre las dietas serias y las denominadas dietas ‘milagro’, es que las primeras son elaboradas por un profesional en nutrición que es capaz de analizar diferentes aspectos de la salud de un paciente.

El especialista no solo buscará la pérdida de peso, sino el bienestar de la persona. En cambio “las dietas ‘milagro’ usualmente prometen resultados maravillosos a muy corto plazo y se basan en sustitución de uno o varios grupos de alimentos con muy bajo aporte de calorías, y, generalmente, no son sostenibles a mediano ni largo plazo, lo cual deriva en el efecto yo-yo o rebote de peso”, puntualiza Dávalos.

En realidad, todas las dietas deben ir acompañadas de actividad física, lo que contradice la creencia de que para bajar de peso es suficiente seguir una dieta estricta y mantenerse a diario con la menor cantidad de comida posible.

Hay otros que aseguran que si se ejercitan de forma constante, sea cual sea la alimentación, conseguirán mantener la figura. Sin embargo ninguna de estas 2 apreciaciones es correcta, como lo aseguran los especialistas en nutrición, ya que para alcanzar los objetivos deseados hay que saber combinar ambas opciones de manera equilibrada y saludable. Solo de esta manera, será posible evitar problemas de salud, deficiencias a nivel anímico e incluso estético.

Sobre este aspecto, un estudio desarrollado por la Universidad Andrés Bello de Chile reveló que si el objetivo tiene que ver con aumentar la masa muscular, es necesario generar un balance positivo de energía y de proteínas, por lo que la persona debe incrementar la ingesta de alimentos como pescado, carnes bajas en grasa, huevos y lácteos.

Además, si se posee poca grasa corporal, deberá aumentar su ingesta de energía. Aunque muchos critican el método Ravenna, Rousseff confió en él por una sencilla razón: la idea es consumir un alimento de forma lógica y adecuada al estilo de vida, edad y sexo de cada persona. Ella lo siguió al pie de la letra y consiguió verse más delgada el día de su posesión.

Apúntelo:

Cuando el cuerpo recibe poco alimento se acostumbra a aprovechar al máximo los nutrientes que le llegan, así que con un mínimo aumento de la ingesta se vuelve a ganar el peso de antes.

La popular dieta Dunkan se basaba en la ingesta única de proteínas. Otras se basan en la ingesta única de fruta y verdura, lo cual provocaba dolor de cabeza, debilidad y problemas de hígado.

Los nutriólogos sugieren evitar las dietas de moda. Es más conveniente plantearse cambiar los hábitos de alimentación, no solo para bajar de peso, sino también para tener una buena calidad de vida. No siempre es saludable bajar de peso en el corto plazo, porque podemos enfermarnos.

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