El futbolista pierde hasta 4 litros de agua
¿Cuánta agua pierde un futbolista durante un partido? Aunque no existe un dato preciso, los deportólogos estiman que entre 3 y 4 litros de agua, a través del sudor. Esta cifra fue publicada por la Guía de Hidratación y Nutrición para jóvenes futbolistas, elaborada por un grupo de especialistas de la Universidad Politécnica de Madrid. Pero, el problema no radica solo en la pérdida de agua, sino en la disminución de otros nutrientes esenciales para el organismo, como son el sodio y el potasio.
Cuando se realiza alguna actividad, el cuerpo genera energía que a su vez produce calor, es decir, la temperatura corporal aumenta. La cuestión es que para que todo funcione de manera correcta se requiere que el organismo se mantenga a 36 grados centígrados.
Por eso, existe el sudor, un mecanismo que colabora en la pérdida de calor, pues el agua que se elimina lo transporta y facilita la refrigeración, a través de la piel húmeda, como lo explica un documental de Discovery Channel. Según los expertos, al transpirar el organismo no solo regula la temperatura del cuerpo sino elimina agua, minerales y toxinas. Cada gota de sudor se compone, sobre todo, de agua (de un 98% a 99%), amoniaco, urea y algunos electrolitos como sodio, potasio, cloro y calcio.
Cuando una persona no realiza ejercicio elimina entre medio litro y un litro de sudor, aunque, cuando hay calor, puede aumentar hasta un litro y medio por hora.
Al hacer ejercicio cardiovascular, el cuerpo suele secretar hasta 2 litros de sudor y los deportistas considerados de élite pierden de 4 a 5 litros por hora. Los deportistas, incluidos los futbolistas, tienen que beber más que quienes no practican ninguna actividad para mantenerse hidratados. Lo ideal es beber medio litro de líquido 1 o 2 horas antes del ejercicio, lo que permite contrarrestar el aumento de la temperatura central corporal y disminuir la percepción de esfuerzo.
El deportólogo Enrique Chávez, miembro de la Concentración Deportiva de Pichincha, advierte que la hidratación en los jugadores es necesaria antes, durante y después de un encuentro de fútbol.
“Cada futbolista, según su peso y tamaño, tiene requerimientos específicos de hidratación. Christian Lara del Club Deportivo El Nacional no tomará la misma cantidad de agua que un jugador más alto y más corpulento”, precisa. Por esta razón, indica el deportólogo, es necesario realizar una valoración individual.
“Hay futbolistas que no sudan en la Costa y otros que sí lo hacen. Cada caso es diferente. Es fundamental determinar cómo se comporta la sudoración”, insiste.
Chávez explica que cuando hay una mala hidratación, se producen calambres, mareos, fatiga e incluso se registra una baja en el rendimiento.
Durante su carrera, en varias ocasiones vio a futbolistas ecuatorianos deshidratados. “Por lo general, se les seca la boca y bajan mucho su rendimiento. Hace algunos años, había esa costumbre de lanzarles cubitos de agua; ahora ellos se acercan a la banca para solicitar hidratación”, indica.
¿Qué tipo de bebidas se debe tomar?
Hay quienes aseguran que las mejores bebidas son las isotónicas que se idearon para para la hidratación durante la actividad física o tras ella, pero muchos deportistas también las utilizan como un sustituto del agua.
Según la página sportadictos.com, la bebida isotónica es más que simple agua con azúcares y algunos electrolitos añadidos; es concebida, principalmente, para recuperar algo más que la hidratación para deportistas.
Por este motivo, el uso se aconseja para cuando se realiza un esfuerzo físico importante y no tanto para el uso cotidiano.
Incluso si el esfuerzo es grande, muchas veces es recomendable utilizar alguna fruta para reponer azúcares como se puede ver que usan deportistas de élite, por ejemplo, tenistas o ciclistas.
Los deportólogos coinciden en que las bebidas isotónicas son útiles, pero no son necesarias ni recomendables como sustitutos del agua o tomadas como bebida refrescante, porque tienen una composición encaminada a reponer nutrientes gastados o perdidos en el esfuerzo físico.
Si esos elementos (agua, sales minerales, azúcares, etcétera) no se han gastado, lo que se hace es añadirlos por encima, y esto, en ningún caso, es aconsejable.
Por este motivo, el deportólogo Enrique Chávez sugiere consumir bebidas que combinen agua e hidratos de carbono, porque durante el ejercicio hay 2 factores que contribuyen a la aparición de la fatiga: la disminución de hidratos de carbono almacenados en forma de glucógeno (fuente de energía para el músculo) y la deshidratación por pérdida de agua y electrolitos por medio del sudor.
Por lo tanto, la bebida que deben tomar los futbolistas durante la práctica deportiva deberá estar diseñada, principalmente, para tratar la deshidratación.
Además, es vital reponer electrolitos, sobre todo, sodio, para evitar la hiponatremia que ocurre cuando la concentración de sodio cae a un nivel anormalmente bajo, lo que provoca una inflamación rápida y peligrosa del cerebro que puede provocar convulsiones, coma y muerte.
Por otra parte, es crucial que la bebida deportiva aporte hidratos de carbono que mantengan una concentración adecuada de glucosa en la sangre. Entonces, una bebida deportiva deberá estar compuesta de agua, hidratos de carbono y sales.
Aunque el tema parece sencillo, muchos equipos de investigación en el mundo se dedican a estudiar qué tipos y cantidades de hidratos de carbono y qué concentración de sales son los que presentan las mejores ventajas para la rehidratación y mejora del rendimiento deportivo. Chávez indica, además, que en los deportistas que están sometidos a grandes esfuerzos tampoco se recomienda beber únicamente agua, porque esta solo sería adecuada para ejercicios cortos de baja intensidad y a temperaturas bajas. Para tiempos más prolongados (1 hora o más), en los que se produce mucha sudoración, además de agua, hay que aportar otros minerales, como ya se mencionó.
Los deportólogos advierten que falta de hidratación tiene un impacto en el sistema cardiovascular y termorregulador del organismo. Esto reduce la tensión arterial, provocando una disminución en el aporte sanguíneo a la musculatura esquelética, que incrementa el riesgo de lesión y disminuye la capacidad para realizar esfuerzos prolongados.
En un intento por superar esto, el organismo aumenta la frecuencia cardiaca.
Hay menos sangre que alcanza la piel por lo que la eliminación de calor disminuye y se eleva la temperatura corporal.
“Las bebidas con gas también son recomendables”
Es fundamental asegurarse de obtener la cantidad adecuada de agua antes, durante y después del ejercicio. El agua regula la temperatura del cuerpo y lubrica sus articulaciones. En el caso de los futbolistas, recomendamos que ingieran entre un litro y litro medio de agua al día por lo menos.
En mi caso, también recomiendo que 48 horas antes del compromiso, beban 2 litros diarios de líquidos, entre los cuales también están los hidratantes, sobre todo, se sugiere el consumo de estos últimos si los jugadores juegan en la Costa. Si los futbolistas lo prefieren, pueden beber agua con gas. Es totalmente falso que este tipo de agua pueda hacernos daño o generar cálculos, como muchas veces se ha pensado. Lo que no recomiendo son las bebidas energizantes. No tiene ningún sentido consumirlas.
Según mi criterio, el jugador debe hidratarse cada 15 minutos en el entretiempo y al término del primer tiempo. Todos los deportistas tienen los mismos requerimientos de hidratación, no importa su contextura ni su tamaño.
La gran mayoría de médicos damos mucha importancia a la hidratación. Lo importante es que los jugadores beban líquidos, sopas, jugos naturales y bebidas con gas. Cuando los jugadores no están bien hidratados no solo bajan su rendimiento, sino que corren el riesgo de desgarros musculares.
Óscar Vizuete