Ellos se multiplican y no asumen su rol de padres
“En la Biblia Dios dice: ‘Creced y multiplicaos’. Estoy haciendo lo que Dios quiere. Estoy tan fértil como el pecado. Yo no creo en la anticoncepción y me encanta el sexo. Tengo 22 niños que llevan mi nombre y unos 18 —probablemente un poco más— que no”, asegura Mike Holpin, de 56 años, quien ha sido tachado como el padre más irresponsable de Gran Bretaña.
Según el medio digital The Telegraph, Holpin es un alcohólico en recuperación, se ha casado 3 veces y vive con su novia Diane y 2 de sus hijos. El hombre afirma tener tantos descendientes que a algunos no los podría ni reconocer. Incluso, en ocasiones usó a los pequeños para atraer a nuevas novias.
Keith MacDonald, de 29 años, sigue esta misma línea. Dice tener 15 hijos con 10 mujeres diferentes; y, sin reparo, comenta que no le importaría tener más descendientes pese a estar desempleado.
Ambas historias aparecen en el documental 40 Kids by 20 Women (40 niños de 20 mujeres) que muestra algunas historias de padres que tienen varios hijos con diferentes mujeres y que no se hacen cargo de la mayoría de ellos, incluso nunca los ven.
Según la terapeuta familiar María Cristina Castillo, en estos casos se evidencia una dificultad en los hombres para asumir su identidad masculina. “En estos ejemplos lo masculino está más en función de hombre, de macho, que de padre”, agrega la especialista.
Explica que en estos hombres el placer está más dirigido a estar con una mujer que a las consecuencias de ese acto, en el que el vínculo amoroso es más bien un vínculo sexualizado. Señala que parte del machismo es demostrar que es viril y un modo de hacerlo es teniendo muchos hijos sin importarles qué es lo que pase con ellos.
Desde el punto de vista psicoanalítico —agrega María Cristina Castillo— el hombre necesita evidenciar, mostrar, que tiene su miembro sexual, el cual —para él— es el símbolo de su masculinidad. ¿Cómo lo hace, estando con muchas mujeres? “A veces esto se convierte en una urgencia tan importante para ese hombre que no mide las consecuencias. De ahí es que van dejando hijos en cada relación que tienen”, dice la terapeuta.
Generalmente las parejas se preparan psicológica, emocional y económicamente para tener un hijo. Hay un deseo, una búsqueda y una organización para tenerlos y formar una familia. En estos casos, en que el hombre tiene varios hijos con diferentes mujeres, no hay una búsqueda de tener descendientes o de formar un hogar.
“El ser humano tiende a buscar vínculos con otra persona. Cuando hay relaciones esporádicas es porque algo ha pasado en su infancia, quizás no pudo establecer vínculos y, por lo tanto, no puede buscarlos en la adultez”, señala María Cristina Castillo.
Con esto concuerda la terapeuta familiar Pilar Guzmán quien asegura que, más que un tema de machismo, se trata de hombres que no pueden formar vínculos porque han vivido situaciones dolorosas o traumáticas como perder figuras parentales a temprana edad o conflictos amorosos.
“El discurso de que lo masculino se evidencia en que un hombre tenga muchas mujeres es solo un pretexto, lo que sucede en realidad es que hay una dificultad del hombre para formar un vínculo. Tiene un problema emocional que le impide querer a otra persona”, dice Pilar Guzmán.
Esta terapeuta explica que las familias normalmente funcionan como un sistema con subsistemas relacionados entre sí. Hay un sistema fraterno, que son los hijos, un sistema parental y un sistema conyugal. Suele pasar que en este último, que es el de la pareja, aparece una serie de problemas. Es ahí donde pueden encontrar en otras personas, exteriores a ese sistema, algo que intente sostener eso que está roto. Cuando el funcionamiento de la dinámica de la familia o sus subsistemas no trabajan adecuadamente, es cuando este sistema necesita sostenerse con algo externo. “La pareja que está tambaleando intenta sostenerse a través de terceros de ahí las familias ampliadas”, dice Guzmán.
Es por eso que se pueden dar relaciones fuera de un vínculo, los sistemas familiares empiezan a ampliarse y como resultado de eso las parejas tienen hijos fuera del hogar u construyen otras familias paralelas.
Para Pilar Guzmán, los hombres que tienen varios hijos con diferentes mujeres —posiblemente— no pueden mantener un solo sistema. “No puede agruparse con alguien y establecer roles dentro del hogar por lo que necesitan estar en el limbo de varios sistemas”, agrega la especialista.
Para esta terapeuta, la familia es un conjunto de personas que están ligadas por algo, pero si una persona tiene 40 hijos, quiere decir que no tiene pertenencia a ningún lugar, no pertenece a esa cosa llamada familia, porque “querer es comprometerse, definir que perteneces a un sistema, pero hay gente que no lo puede hacer”.
Guzmán relaciona estos casos con el personaje de la película don Juan, quien necesita tener 50 mujeres porque no encuentra a la única que lo dejó: su madre. La historia gira en torno a un niño abandonado por su madre, quien antes de irse le prometió que volvería pero nunca lo hizo.
“En el fondo de la historia, el personaje no podía estar con ninguna mujer, no podía crear vínculos, porque nunca sanó el dolor que le causó la que se fue”, comenta Guzmán.
Es así que este tipo de hombres tiene varias mujeres e hijos, pero no crean una relación sólida con ninguno de ellos, lo cual no se debe, en la mayoría de casos, a un machismo, sino a malas experiencias que no han podido superar.
Tener un padre con varios hijos con quien no construyó lazos fraternales fue el caso del exboxeador ecuatoriano Segundo Mercado, de 48 años, quien tuvo una carrera profesional de 14 años en este deporte y disputó una pelea por el título mundial contra Bernard Hopkins en 1994.
Su padre, Manuel Mercado, tuvo 42 hijos en 6 compromisos, Segundo fue el último de todos. Su madre murió cuando él tenía 4 años, tiene pocos recuerdos de ella. Su hermano, Dunio, se hizo cargo de él porque no quería que creciera con una madrastra. Dunio fue un pilar importante en su carrera deportiva.
El ser papá es ser responsable de otra persona. Para la terapeuta Guzmán, los hombres que tienen varios hijos, como el caso del padre de Segundo Mercado, no cumplen el rol de padre ni de pareja, seguramente cumplen solo el papel de reproductor.
Por su parte, los padres que tienen hijos en diferentes hogares debido a relaciones fallidas, cuentan con la oportunidad de compartir con los menores el tiempo que duró la relación, por lo que sí crearon vínculos y pueden seguir al pendiente de ellos luego de separarse de su esposa.
De ellos muchos continúan manteniéndolos económicamente, pero a veces, muy pocos les dan también calidad afectiva a los niños, es decir, nunca les faltará nada material, pero crecerán sin la presencia de su padre.
En cambio hay otros padres que nunca vivieron con sus niños por lo que no crearon ningún tipo de relación emocional. Incluso, según María Cristina Castillo, son padres que no pelean la paternidad y sienten alivio de que otro hombre adquiera esa responsabilidad.
Castillo explica que el hombre va creando su identidad paterna a medida que entra en contacto con el bebé. El padre recién conoce al hijo cuando lo ve y tiene que pasar un tiempo para incorporarlo, registrarlo e identificarlo como suyo. Si no hubo ese contacto, los padres no desarrollarán su rol paternal, pues este se va construyendo. De ahí que hoy en día se fomenta la idea de que el embarazo es de la pareja.
Los hombres con varios hijos — asegura Pilar Guzmán— “se cubren con una máscara de poder, una máscara de dominio, cuando en realidad los seres humanos somos seres relacionales y necesitamos cariño”.