La Universidad de Guayaquil cumple 150 años de historia, pero su existencia no solo ha impactado a la ciudad en la que reside sino también el acontecer nacional. Allí se han formado 10 presidentes de la República. Lo que se enseña en sus aulas tiene repercusión en todo el país.
La alma mater ha sido, por la valentía de sus alumnos, en diversas épocas de la Patria, faro de los valores que iluminaron los días más oscuros. Sus luchas sociales están atadas a la historia del puerto principal. Por eso hay que conmemorar esta fecha y usarla para seguir en la línea de la excelencia.
Esa es una meta que se ha visto afectada por las peleas partidistas en la que cayó la universidad desde que Ecuador volvió a la democracia. La pugna entre dirigencias estudiantiles golpeó a la calidad de la educación. Paulatinamente la corrupción empezó a corroer sus servicios y la U entró en crisis.
Vino entonces la intervención. El gobierno logró modernizar, en parte, la infraestructura. La Facultad de Medicina operaba en condiciones insalubres. Pero aún falta mucho por hacer y voces críticas han advertido que la situación continúa igual de mal. Ese es el reto de las nuevas autoridades.
Por eso, al llegar a esta efeméride, la urgencia de mejorar sigue vigente. Se ha avanzado pero falta mucho por hacer. La gratuidad, contemplada en la Constitución, debe ser un principio transversal que se instale en la psiquis de todos los funcionarios. Cobrar por cualquier trámite está prohibido.
Los estudiantes tienen que entender que se forman en una institución centenaria, con una rica historia por lo que hay que respetar ese legado. Guayaquil, al ser la ciudad más poblada del país, necesita un centro de estudios de alta calidad y gratuito, al que puedan acceder todos quienes tengan las actitudes y aptitudes necesarias, sin importar su condición social.
La Estatal, como se la conoce en el puerto principal, es una fábrica de talentos, de todo tipo y diversa índole. De allí su importancia en el acontecer nacional. Estudiantes de excelencia harán un Ecuador mejor. (O) et