La sentencia al expresidente del Consejo de Participación José Carlos Tuárez
18 de agosto de 2020Vendía cargos públicos. Eso comprobó un tribunal penal de Guayas que sentenció a cinco años de cárcel a José Carlos Tuárez, expresidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), por asociación ilícita para traficar influencias.
Según la Fiscalía, él era integrante de una red que ofrecía puestos de trabajo en el sector púbico a cambio de dinero y de piedras preciosas. La organización, que tiene 32 procesados, recibía entre el 10% y el 20% del monto de la contratación. Un testigo dijo que por un empleo en el Ministerio de Salud pagó medio millón de dólares; otro señaló que pagó 50.000 dólares para trabajar en el Consejo de Participación Ciudadana, en Quito.
Tuárez, nació en Manabí hace 43 años, es sacerdote y pertenecía a la Orden de Predicadores Dominicos de Ecuador. Estaba al mando de la Casa San Pablo Apóstol de Guayaquil cuando se presentó como candidato al Consejo de Participación.
Falsificó su hoja de vida para lanzarse a la política: dijo que fue director de la radio La Voz del Santuario de Baños, pero solo fue un colaborador. También que dictó clases en Facultad de Teología San Esteban, en Salamanca, sin embargo, eso fue desmentido por sus colegas capellanes.
El cura fue elegido por votación popular y estuvo a la cabeza del CPCCS desde junio de 2019 hasta el 14 de agosto de ese año. Dos meses que parecieron eternos por sus erráticas actuaciones, secundadas por tres consejeros de las filas correístas: Victoria Desintonio, Rosa Chalá y Walter Gómez.
El CPCCS se creó en el gobierno de Rafael Correa para nombrar a los titulares de 33 organismos de control, concentrar el poder y dar vía libre al autoritarismo.
Tuárez y sus colegas quisieron borrar de la historia la reinstitucionalización que hizo el Consejo de Participación Transitorio, presidido por Julio César Trujillo. Esos consejeros conformaron una comisión especial para revisar la designación de la Corte Constitucional, que fue elegida en un proceso transparente y en un concurso de méritos y oposición.
Tuárez tuvo el apoyo incondicional del correísmo y el mismo Correa lo defendía con fervor en las redes sociales. El clérigo seguía el guion trazado por el exjefe de Estado para intentar desestabilizar al país y llamar a una Asamblea Constituyente que eche a tierra todo lo actuado por el Transitorio y la investigación a los casos de corrupción denunciados por el presidente Lenín Moreno.
La Asamblea Nacional destituyó al expresidente del CPCCS y a sus tres colegas por incumplimiento de funciones, el 19 de agosto de 2019.