Alrededor de 1.300 taxis regularizados, según los cálculos del Municipio de Quito, dejarán de circular este día entre las 05:00 y las 20:00 cuando empiece a operar el sistema “Hoy no circula”, una extensión de la restricción vehicular conocida como Pico y Placa, en vigencia desde 2010.
Por primera vez los automóviles de transporte son incluidos en una medida de este tipo, aunque su acatamiento se logra de manera condicionada y luego de constantes negativas.
Con la inclusión del taxismo, el “Hoy no circula” dejará fuera de las calles cada día a unos 98.490 automotores durante los ocho meses que el Cabildo calcula durará la primera fase de un plan intensivo de repavimentación.
Se trata de un incremento de un punto porcentual frente a los vehículos que hasta el viernes pasado quedaban estacionados un día a la semana de 07:00 a 09:30 y de 16:00 a 19:30 a propósito del Pico y Placa.
La influencia de ese punto porcentual correspondiente a los taxis resulta, sin embargo, importante a juzgar por los datos que maneja el gobierno local. El gremio amarillo representaría apenas el 4% del total de vehículos matriculados en la capital. No obstante, su presencia en las calles aportaría, según la zona de la urbe, con el 23% y el 35% del tráfico.
Esto ocurre por el mantenimiento por parte de la mayoría de un sistema de trabajo que en la actualidad resulta obsoleto: la circulación continua sin pasajeros por las calles en búsqueda de clientes. Este esquema laboral produce, además del aporte innecesario de tráfico, baja rentabilidad y eleva los costos operativos.
En contrapartida, enfrentan la competencia de flotas que se mueven mediante sistemas de radiofrecuencia. Aquello sin contar con la aparición de aplicaciones, como Uber y Cabify, que acercan el cliente al conductor. Métodos, a todas luces, más eficientes, pero que el taxismo tradicional combate y se niega a acoger. (O)