Si bien las motocicletas sirven para movilizarse, hace mucho tiempo que los delincuentes tomaron estos livianos vehículos para cometer sus fechorías, incluso crímenes al estilo sicariato. En el cantón Milagro (Guayas), una ordenanza prohíbe desde la semana pasada que dos hombres se movilicen en una misma motocicleta.
Esta ordenanza fue puesta como ejemplo -el martes- por la ministra de Gobierno, María Paula Romo, durante la reunión que tuvo con representantes de 34 municipios de 10 provincias, para hablar de seguridad y de los $ 100 millones que destinará el Gobierno -a través de esta cartera de Estado- para la construcción de Unidades de Policía Comunitaria (UPC) y Unidades de Vigilancia Comunitaria (UVC).
Enmarcados en la seguridad, también abordaron el tema del consumo de alcohol en la vía pública y fue cuando la ministra especificó que el 80% de atenciones que realiza el ECU-911, que son derivadas a la Policía Nacional, la mitad es por escándalos debido al consumo de bebidas alcohólicas. En ese sentido, señaló a los alcaldes su responsabilidad para trabajar en ordenanzas que brinden tranquilidad a los ciudadanos.
En los asaltos a personas, negocios, venta de droga y asesinatos, los delincuentes no solo usan carros sino también motos, por el hecho de que pueden circular por espacios más reducidos.
En Milagro, hace más de diez años, este tipo de delito (robo en motocicleta) es común y recurrente. Los hampones madrugan (dos en moto) e interceptan a aquellas personas que salen hacia sus trabajos. Se les llevan billetera, reloj y celulares, si son hombres; y, si son mujeres, se dan el tiempo de revisar qué cosas de valor tienen en la cartera. A esto se suma que se hacen pasar por “mototaxis”.
Los que sí hacen servicio de mototaxis reclaman por la medida, pero era algo necesario para evitar, incluso, robos con muerte. (O)