Hace un mes, desde la Isla Trinitaria de Guayaquil, zarpó el Rodolphe. Se trata del navío más grande que haya atracado en el país; tiene capacidad para transportar 11.000 contenedores y cuesta 85 millones de dólares.
Esta enorme nave lleva a Panamá, Colombia, México y China los productos ecuatorianos de exportación, principalmente banano. Y traerá al país los juguetes que se regalarán en la próxima Navidad.
El viaje de este titán demuestra las oportunidades que se le abren a la Perla del Pacífico, una vez que el canal de acceso al puerto sea dragado.
Guayaquil se convertirá en un punto principal del comercio nacional y regional, lo que generará fuentes de empleo y combatirá la pobreza.
Tanto el Gobierno Nacional como el local tienen que generar las condiciones necesarias para que la empresa privada florezca y aproveche al máximo las bondades de la geografía. El dragado va en ese vía. Las expectativas están puestas en el futuro puerto de Posorja. (O)