La revista Time comenzó en 1927 a reconocer en su portada al personaje que más se había destacado durante todo ese año. El primer reconocido fue Charles Lindbergh, a la sazón con 25 años de edad, considerado el pionero de la aviación.

En 2010 el premio fue para Mark Zuckerberg, entonces de 26 años, fundador de Facebook, considerada la primera red social. Hasta el año 2018, Lindbergh y Zuckerberg eran los más jóvenes en la nominación; y ya se acaba 2019 y la designada personaje del año fue la sueca Greta Thunberg (16 años), a su edad una luchadora perseverante por los derechos de la naturaleza.

La niña, que ya era conocida en su país y en Europa, llegó por primera vez a las Naciones Unidas para enrostrar a los líderes de las potencias mundiales su responsabilidad por el calentamiento del planeta y la poca disposición de algunos países para reducir las emisiones de CO2.

Tras su discurso, Greta Thunberg intensificó su cruzada para motivar a los jóvenes a seguir su ejemplo de lucha a favor del medio ambiente y en contra de la contaminación industrial. En muy pocos meses se posicionó como una de las mujeres más influyentes del mundo y su protesta se convirtió en un movimiento juvenil a favor de la naturaleza que se desplaza por todo el planeta.

Pero como todas las obras que se hacen en la vida cuentan con apoyo y rechazo, a la ecologista le tocó afrontar ataques de algunos sectores retrógrados de la sociedad. Como por ejemplo el calificativo de “pirralha” (mocosa) por parte de Jair Bolsonaro, quien fuera criticado por Greta debido a su parsimonia frente a los incendios que arrasaron enormes extensiones de la Amazonía y por la muerte de dos indígenas en el interior del estado de Maranhao.

La consagración de la ambientalista la logró en la reciente cumbre sobre el cambio climático COP25 que se llevó a cabo recientemente en Madrid. Allí se dirigió otra vez a los líderes mundiales para que cambien su comportamiento en una situación de emergencia frente al cambio climático. En Nueva York dijo: “¿Cómo se atreven? Han robado mis sueños”. (O)