Resulta inconcebible que en pleno siglo XXI, con un desarrollo vertiginoso de la comunicación, con una sociedad cada vez más conectada y globalizada, centenares de vuelos intercontinentales diarios, todavía algunos países exigen visa a los turistas. Hay países, como Brasil, que usan el criterio de la reciprocidad, que consiste en abrir sus fronteras sin requisito de visa a los ciudadanos de países que tampoco la exigen a los brasileños. Otras naciones
-Perú y Colombia- pueden ingresar a los países de la Unión Europea porque han firmado acuerdos comerciales ya hace años. Ecuador también se puso a tono con el mundo y ha liberado su economía, ha firmado convenios comerciales, pero las puertas para el turismo en la UE aún están cerradas para quienes no hayan obtenido el visado Schengen.
Finalmente las gestiones iniciadas por nuestra diplomacia y por el Presidente de la República ya comienzan a concretarse con el anuncio de la eliminación del requisito de visa para ingresar a 26 países del espacio Schengen, a partir de septiembre u octubre de este año. “El Gobierno español cumplió con mi pedido: acaba de solicitar a la Unión Europea la exoneración de la visa Schengen para los ecuatorianos”, manifestó en su cuenta de Twitter el presidente Lenín Moreno en enero de 2018.
Salir del aislamiento internacional es importante y por eso ahora, sin el requisito de la visa, podemos ingresar con fines turísticos por un período de 90 días a Alemania, España, Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca, República Eslovaca, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Suecia y Suiza.
Hasta que se concrete la eliminación de la visa las autoridades tendrán tiempo para que se pueda otorgar el pasaporte biométrico, que es una exigencia necesaria que evita el robo del documento y con apenas un escaneo se tiene la información completa de quien lo porta. (O)