Septiembre de 2008 marcaba un antes y un después en la historia nacional. Una abrumadora mayoría aprobaba la nueva Constitución de Montecristi que construía las bases para el Ecuador del siglo XXI. Nueve años después, en el mismo escenario manabita, en el corazón de la Revolución Alfarista se presenta el presidente Lenín Moreno para rescatar los principios fundamentales, los valores esenciales que inspiraron a los ecuatorianos hacia una ruptura con el pasado. Allí llegó el Mandatario para reconocer a quien lideró ese proceso desde sus inicios, pero también para señalar que no es bueno obsesionarse por el poder, ni enamorarse del mismo como señaló alguna vez el Libertador Simón Bolívar. Por eso, sin traicionar los principios “vamos a profundizar los mandatos de nuestra Constitución”.
En ese mismo espíritu que inspiró la constituyente del 2008, el Presidente nos convoca hoy a un plebiscito para decidir democráticamente la ruta que marcará a su Gobierno y al país en los próximos cuatro años. Un proceso que comenzó con el pedido a los ciudadanos para que señalen los principales temas que serán consultados; sin duda algo inédito que servirá para fortalecer nuestra democracia. (O)