Desfogue de agua desde presa Poza Honda inquieta a manabitas
En Ayacucho, parroquia rural del cantón Santa Ana, centro este de Manabí, el comerciante José Barreiro sigue perplejo.
La noche del 7 de marzo se registró una de las inundaciones con el mayor nivel de agua de los últimos 21 años. José es propietario de una ferretería que está ubicada en el centro de Ayacucho.
“Las autoridades del Municipio nos habían alertado con 12 horas de anticipación que la creciente del río Portoviejo llegaría a las 22:00 del 7 de marzo”.
El pronóstico fue preciso. El agua empezó a desbordarse del cauce pasadas las 10 de la noche. Los vecinos de José, en su mayoría viven en casas de un piso.
Por ello corrieron a encargar sus cosas de valor en la bodega de José que está ubicada en una zona alta del caserío. De esa forma salvaron sus pertenencias de la inundación. En el fenómeno de El Niño 1997-98 el agua subió de tal manera que la zona central del pueblo quedó toda bajo el agua, recuerda José.
A la creciente del 7 de marzo le faltó 35 centímetros para que llegue al metro de altura como sucedió hace dos décadas, afirma.
Este viernes 8 de marzo había bajado el nivel del agua. Éder Cedeño, un joven agricultor del lugar, bañaba a su mascota (un perro) que fue rescatado en medio de la noche. “Aquí lo que más nos preocupa es que se venga otra creciente, las lluvias aún no han parado y la represa Poza Honda está llena, eso está muy raro”, comenta.
Éder Cedeño cuando rescata a su mascota en medio de la creciente del río Portoviejo que mantiene en vilo a los habitantes de Santa Ana. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo
En la cabecera cantonal de Santa Ana, el agua ingresó al poblado el viernes 8 de marzo por la mañana. Lo hizo por una alcantarilla, pero en cuestión de dos horas bajó debido a que ya no están evacuando mucha agua desde el embalse refirió Alonzo Rivera, cuya casa fue una de las tres afectadas.
Mientras se normaliza la escorrentía de agua y paran las lluvias, Alonzo junto con dos familias ocuparon parte de las instalaciones de la Unidad Educativa Cotopaxi.
Aunque el cauce del río Portoviejo está completo de agua, mientras las quebradas de Bonce, Galápagos y Monte Santo no crezcan debido a las precipitaciones, en la capital manabita se puede respirar aún con tranquilidad, dijo José. Esos afluentes son los mayores aportantes del Portoviejo en estación de lluvias. “Cuando esos aumentan su caudal hay que temerlos”.
La secretaria de Gestión de Riesgos (SGR) Alexandra Ocles, llegó a Manabí desde la noche del 7 de marzo. Dijo este viernes 8 de marzo que la alerta naranja se mantiene en la provincia. Estamos en continuo monitoreo, no podemos saber si la situación continuará crítica o disminuye, reseñó.
Ocles comentó que se han habilitado albergues en Jaramijó, Manta y Chone. Hay 700 familias afectadas lo que representa aproximadamente 2.000 personas.
En Portoviejo se esperaba una creciente fuerte el viernes 8 de marzo. Ello no sucedió pues los volúmenes de evacuación desde la represa Poza Honda disminuyeron de 140 metros cúbicos por segundo (m3) a 70 m3, según técnicos de la demarcación hídrica de la zona.
El agricultor Sócrates Zambrano, de Ayacucho, comentó que la inundación llegó la tarde y noche del 7 de marzo, pero el viernes 8 de marzo el agua que se represó había bajado. Todos trabajamos para ayudar a quienes lo necesitan, nos damos la mano cuando se presentan este tipo de contingencias, aseguró.
Sin embargo, el alcalde (e) de Portoviejo, Carlos Vásquez, declaró al cantón en emergencia debido a las afectaciones provocadas por las lluvias. La medida permite realizar trabajos preventivos de limpieza en los cauces de los ríos Chico y Chamotete que constantemente anegan la parroquia Calderón.
Mientras tanto en Manta, donde las precipitaciones alcanzaron los 98 milímetros que equivalen a más de la mitad de las lluvias esperadas para el 2019, los trabajos de limpieza y recolección de desechos que acarrearon las crecientes de los ríos Burro y Manta, se desarrollaron en los 18 sectores afectados por las inundaciones del 7 de marzo.
También se trabajó en el control de 27 fugas de agua potable. Se registraron 48 casos de colapsos de alcantarillas de aguas lluvias en sectores como el Jocay, 4 de Noviembre y la zona de los Barrios Unidos ubicada a tres kilómetros de la playa, comentó el alcalde de Manta Jorge Zambrano Cedeño.
Para el abastecimiento de agua potable, mientras bajan los niveles de turbiedad en la zona de El Ceibal (cantón Rocafuerte) donde se capta el agua cruda para procesar, está operativa la planta de Colorado que se abastece del líquido proveniente desde la represa La Esperanza, que está ubicada en el cantón Bolívar, noreste de Manabí.
Hasta el momento se ha reportado que tres familias están damnificadas y otras 141 se encuentran en calidad de afectadas por las fuertes lluvias, la mayoría habitan en sitios de alto riesgo, afirmó el burgomaestre.
En los cantones Tosagua, Bolívar y Junín, los cauces de los ríos Carrizal y Mosca están por rebosarse comentó el dirigente de los agricultores de la zona, Eumeny Álava.
Las crecientes de los afluentes han provocado importantes pérdidas agrícolas. (I)
Algunas familias sacaron sus camas, colchones y otros enseres para tratar de secarlos al sol luego del temporal que azotó la zona de El Tillal. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo
Situación
Niveles de agua en ríos
La creciente del río Portoviejo no llegó con fuerza hasta los cantones Santa Ana, Rocafuerte, Sucre y la capital manabita debido a que los afluentes que aportan al cauce del Portoviejo no habían crecido en varias zonas cercanas al río.
70 metros cúbicos de agua por segundo salían el viernes 8 de marzo por el túnel de fondo de la presa Poza Honda.
Prevención de seguridad
Las autoridades recomiendan a los habitantes de los poblados donde llueve con fuerza y que son afectados por desbordamientos de ríos, no salir de sus zonas de influencia. (I)