Turismo
¡Quiero ir a Belice!
Aún hay un consenso sobre el origen de la palabra Belice. Algunos suponen que el término tiene una remota etimología maya, otros atribuyen el topónimo a la importancia que cobró en el territorio un filibustero británico de apellido Wallis, lo más corroborable es que los mapas españoles llamaban a la zona La Baliza o Baliza, muy probablemente por existir varias en las costas donde abundan los arrecifes y escollos, la cartografía en idioma español del siglo XX antes de 1970 suele presentar el nombre Belize.
Este país se localiza en América Central; limita con México al norte y con Guatemala al oeste y al sur. Además de que Belice es el nombre del país, el principal río y la ciudad y puerto más grande también llevan este nombre.
Esta región perteneció al imperio y civilización Maya que pobló Mesoamérica hasta la llegada de los conquistadores españoles; en su territorio, incluido el sur de México y Guatemala, se asentaron los itzaes.
La presencia de los primeros habitantes de Belice es testimoniada por los vestigios arqueológicos en las ciudades de Lubaantún y Altun Ha.
Los más antiguos restos arqueológicos encontrados se remontan al período preclásico (1500 a.c. - 300 d.c.), entre ellos las cerámicas del yacimiento de Barton Ramie. Durante el período clásico (300 d.c. - 900 d.c.), los mayas construyeron pequeños poblados en las llanuras aluviales y en las faldas de las colinas, edificando, a un nivel más alto, templos y palacios.
También se han encontrado restos de tumbas y centros ceremoniales, con pirámides y campos para el juego de pelota, así como algunos pocos ejemplos del período posclásico. Belice es un país pequeño, pero con grandes encantos: tiene bosques tropicales y a lo largo de sus costas hay islas rodeadas de aguas color turquesa.
También es el hogar de cientos de aves y otros animales. Allí podemos encontrar al colorido tucán pico iris (Ramphastos sulfuratus) y al tapir centroamericano (Tapirus bairdii).
Este último es pariente del rinoceronte, tiene hocico flexible y se mueve fácilmente tanto por tierra como por debajo del agua. También hallamos al solitario jaguar (Panthera onca). De hecho, el país cuenta con el primer santuario de jaguares del mundo.
Belice perteneció al Imperio maya. En el siglo XVI, los conquistadores españoles llegaron a este territorio, pero no lograron dominar a los mayas. Más tarde, los británicos lucharon por el control de la región y en 1862 la convirtieron en una colonia llamada Honduras Británica, que se independizó en 1981. Los beliceños son un pueblo muy alegre. Los principales grupos étnicos del país son los criollos, los garífunas, los indios orientales, los mayas y los mestizos.
La gente es respetuosa y agradable. Cuando los niños se dirigen a los adultos, los tratan de señor o señora, y cuando responden a sus preguntas, les dicen: “Sí, señor” o “No, señora”.
Belice también es reconocida por sus playas. Una de las más visitadas es Cayo Ambergris, la joya de la corona del turismo.
Es una diminuta isla con una superficie de aproximadamente 8 km². A escasos kilómetros de sus costas, podemos encontrar unas de las reservas de coral más grandes del mundo (la segunda mayor barrera de arrecifes del planeta).
El cayo de Amgergris es la isla más grande de Belice. Está habitada por aproximadamente 2 mil personas, que se concentran en el único poblado del islote, la ciudad de San Pedro en la parte sur.
Aquí se encuentra todos los servicios necesarios. Los principales restaurantes, clubes nocturnos y los hoteles que van desde tres a cinco estrellas se encuentran ahí. Además, se puede recorrer toda la isla sin necesidad de otro tipo de trasporte más que nuestros propios pies. La forma más popular para llegar al cayo es por avioneta.
En escaso tiempo se puede llegar a la isla, incluso se puede organizar un viaje para conocer la isla, ir y regresar el mismo día.
El cayo de Ambergris, además de ofrecer sus paradisíacas playas (que ya parecen ser un estándar en las islas del Caribe), cuenta con uno de los ecosistemas marinos más variados y exóticos del caribe. Esto lo convierte en una de los destinos preferidos para los que disfrutan del buceo, las expediciones ecológicas, y la biología marina.
Fue declarado patrimonio mundial por la UNESCO en 1996, por sus reservas naturales de vida marítima. Sirve como un punto estratégico de donde parten expediciones a las demás islas y arrecifes. A aproximadamente 500 metros de la playa de Ambergris, se encuentra el arrecife, que es una importante reserva natural. Se organizan diariamente expediciones de buceo a diferentes puntos de la reserva. Por ejemplo, el gran “Blue Hole” en el Arrecife Lighthouse, donde se puede descender hasta los 40 metros. El Cayo Half Moon o el atolón de las islas Turneffe, también son lugares populares para practicar buceo.
También está Cayo Corker, el segundomás visitado de Belice. Con cinco millas de largo, el ritmo caribeño de Cayo Corker es intoxicante.
La vida cotidiana se disfruta al aire libre, isleños chatear en las calles, los pescadores limpian sus capturas en el mar y los vendedores ambulantes de alimentos cantan mientras hacen sus rondas anteriores casas de tablillas de colores. Los únicos sonidos en la isla son los cantos de los cariñosos pájaros.
La cena es en chanclas, al aire libre acompañado con el chile Habanero el cual se sirve en algunos de los mejores restaurantes de mariscos del país.
Cuando un turista indaga un poco sobre la historia de este país para muchos un tanto desconocido, se entera que es una de las naciones más jovenes del mundo. Luego de ser colonia británica consiguió su independencia en 1981, aunque siguen perteneciendo a la Commonwealth y la corona británica. El idioma oficial es el inglés, aunque hay muchas personas que hablan español.