Una ciudad “chocante” retrata el libro de Óscar Vela
“Desnuda oscuridad” es la novela, editada por Alfaguara, con la que Óscar Vela obtuvo el premio nacional de literatura Joaquín Gallegos Lara, edición 2011. El trabajo fue publicado en junio del año pasado y es la cuarta creación del escritor, quien ya había recibido hace tres años un reconocimiento internacional por sus cuentos.
Se trata de la primera entrega de una trilogía y retrata el submundo que muchas veces está invisibilizado o que no aceptamos ni siquiera que exista; es una muestra de la otra cara de la ciudad de Quito, cuyas alcantarillas, túneles y barrios escondidos en lo recóndito son frecuentados por esos seres expertos en los vicios y el asesinato. Personajes que terminan configurando una religión a la medida de sus desviaciones. Una multitud de seres solitarios anunciando que la miseria los rodea.
Está estructurada alrededor de cuatro historias, en donde Ariel aparece en la primera parte encarnando a un criminal cruel, la sombra de un espectro del pasado en plena descomposición, quien demuestra que su mayor afán es reafirmar su personalidad y enterrar los monstruos del pasado que permanecen atormentándolo; Sócrates interviene y representa a ese personaje sumido en la miseria que acepta investigar a una secta a cambio de su libertad; Moarry es el ser invisible, viejo titiritero, albino, quien maneja las vidas de todos para bien o para mal insertando al lector en ese bajo mundo de la mendicidad.
Moarry es el personaje que conectará a los demás e Imelda, mujer irresistible, letal, personifica a ese ser incestuoso. Todos ellos engullidos por el inframundo de la obra.
“Hay distintas voces narrativas, la idea fue darle una dinámica, sobre todo por la temática de las escenas, lo primero fue hacer que uno de los personajes hable desde dentro, mirándose a un espejo, remarcando lo ya vivido, pero reprochándose una y otra vez, convergiendo entre su pasado, su paranoia y su realidad, mientras que los otros tres personajes se desarrollan entre la primera y tercera persona, jugando especialmente con saltos temporales”, explica Vela.
“Los personajes que recorren este libro son seres atravesados por la oscuridad, el delito, las mutaciones psicológicas esquizoides(...) la novela resulta ser una obra inquietante. Considero que es una narrativa a la que aún le falta fuerza literaria, sin descartar que el lector pueda degustar desde la oscuridad con que se describe a los personajes”, comentó Rafael Román, lector.
Marco González, librero de Mr. Books, dice: “Celebro la aparición de Desnuda oscuridad. La recibí con entusiasmo, seguro de que deleitará a diversos públicos marcando positivamente la carrera de su autor”.
La obra confirma la certeza de Sábato de que hay cierta belleza en el horror, provocando un aturdimiento, un miedo, un vértigo narrativo; hasta puede resultar en ciertas ocasiones repugnante o nocivo, según los gustos y deleites de cada uno de los lectores, debido a la severidad de la temática planteada.