El Ministerio de Cultura entregó, por primera vez, el premio Jorge Icaza -un reconocimiento a la mejor novela ecuatoriana publicada en 2013- en una ceremonia celebrada, en la noche del jueves, en la Fundación Guayasamín.

En la sala que alguna vez fue el taller del artista quiteño Oswaldo Guayasamín, el mexicano Mario Bellatín (parte del jurado calificador junto al peruano Julio Ortega y la colombiana Consuelo Triviño) anunció a Yo soy el fuego, del escritor Óscar Vela, como la novela ganadora.

Los jueces “pensamos que quizá el libro que mejor definía aquel profundo mestizaje, decadencia, contradicciones en la que nos encontramos inmersos los países de habla hispana” es la obra de Vela, publicada en septiembre de 2013, explicó Bellatín.

“No fue fácil encontrar una suerte de ganador a algo que jamás consideramos como una competencia. Con incentivos como este, ganamos todos”, agregó.

El concurso recibió 37 postulaciones en el país.

Sonia Manzano y Carlos Arcos Cabrera recibieron menciones de honor por sus novelas Solo de vino a piano lento y Memorias de Andrés Chiliquinga, respectivamente.

El ministro Paco Velasco fue el encargado de entregar el galardón, una estatuilla diseñada por el escultor Eddie Crespo. Además, Vela recibirá $ 30 mil, un incentivo que le permitirá dedicarse de lleno a escribir una nueva novela.

“Muchas gracias por el reconocimiento a mi obra, pero sobre todo por instaurar este premio en un país que justamente necesita más literatura y más lectores”, sostuvo Vela durante su discurso de aceptación.

El autor dedicó 2 años a la escritura de Yo soy el fuego.

El galardón es un homenaje a Jorge Icaza, una de las figuras literarias más representativas del país y de la literatura indigenista en el continente.

Su obra Huasipungo, publicada en 1934, lo catapultó a la fama internacional. Este año se conmemoran 108 años de su nacimiento.