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Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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El testimonio de un disidente que generó una novela

César Gómez Hernández en su domicilio de Bogotá, Colombia. A ese lugar llegó exiliado desde Cuba hace más de cinco décadas. Dice que no volverá a la isla, a la que quiere con un optimismo confeso.
César Gómez Hernández en su domicilio de Bogotá, Colombia. A ese lugar llegó exiliado desde Cuba hace más de cinco décadas. Dice que no volverá a la isla, a la que quiere con un optimismo confeso.
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César Gómez Hernández fue uno de los tripulantes del yate Granma, que zarpó rumbo a Cuba en 1956 con 82 aventureros que buscaban liberar el país caribeño de la dictadura militar de Fulgencio Batista.

Desde entonces, Fidel Castro lo llamaba ‘El Viejo’. Fueron compañeros en una gesta histórica, pero ninguno era comunista al principio. “Cuando el guerrillero cubano (César) vio cómo su líder (Fidel) llevaba la Revolución hacia otra tiranía optó por el exilio”, explica Gonzalo Domínguez Loeda, corresponsal de la Agencia EFE en Colombia. En Bogotá el periodista conoció a Gómez Hernández, que vive su exilio allí  hace cinco décadas.

“Es un liberal de los de antaño, de los que habla con pasión y sin tapujos de la necesidad de luchar por la libertad y la independencia de su isla”, confirma Domínguez sobre el disidente, de 99 años, que visitó Quito a mediados del pasado noviembre para la presentación de la novela Náufragos en Tierra, un relato que Oscar Vela escribió basado en su testimonio.

Gómez Hernández le dijo a Domínguez Loeda que no es anticastrista, “lo anti está pasado de moda”, insistió con la frescura que mantiene en las mañanas, como la que lo acogió en Ecuador. Debido a su edad avanzada, sus hijos cuidan que dé pocas entrevistas por día.

¿Por qué Vela no optó por escribir una novela sin ficción después de obtener un testimonio tan rico y la autorización de publicarlo? El escritor dice al diario que, al no ser historiador, prefirió añadir “un componente ficticio”, uno que funcionara “como contrapunto del testimonio de César frente a un familiar de un funcionario de Batista (periodista-narrador inventado)”.

‘El Viejo’ sostiene que Castro fue por un rumbo distinto al original. “Nosotros no teníamos caudillo, teníamos líderes y él se convirtió en un caudillo. Ahí es donde el egocentrismo y la ambición personal me separan, no de la Revolución, sino de Fidel porque sigo pensando en la Revolución y sigo sintiendo la independencia y la libertad de Cuba”.

Para el periodista de EFE, Gómez Hernández “se salió de la rueda de Camilo Cienfuegos y su ‘vas bien, Fidel’ que sigue grabado en la Plaza de la Revolución y que repiten los castristas hasta en las canciones de Carlos Puebla”.

Oscar Vela Descalzo, en la Redacción de EL TELÉGRAFO, en Quito. Conversó durante horas con el disidente para escribir una novela que se basa en la historia cubana. Foto: Marco Salgado / et

El ‘Che’, recuerda Vela, era marxista antes de la travesía del Granma que duró 15 días en alta mar y que dejó 12 sobrevivientes de 82. Raúl Castro, hermano menor de Fidel, quien ha prolongado su estadía frente al Estado cubano también era marxista. La disidencia de Gómez lo llevó a parar en prisión y a un exilio prolongado en Colombia. “Murieron muchos compañeros y, ahora, si fracasa la Revolución serán muertos inútiles”, sostiene, “hay que venerar y respetar a los que cayeron y murieron luchando por esta Revolución. Hay que salvar la Revolución”.

Gómez dio una entrevista radial en Quito, presentó un libro, lee a diario la prensa y responde con claridad, aunque en ocasiones la capacidad de síntesis de una vida tan larga no sea fácil y esté colmada de datos que se amontonan exigiendo el rigor de los investigadores.

En Bogotá dice que se subió al Granma “no solamente por mi merecimiento revolucionario, sino porque estaba asilado en México”.

Se había ganado por mérito propio formar parte de la expedición de 82 hombres por su activismo, su lucha y su “relación antigua” con Fidel Castro, confiesa.

Junto a él se embarcaron figuras que quedaron para la historia y que parece que cobran vida y lo visitan en la sala de su casa cuando los recuerda. Son personajes históricos como el ‘Che’ Guevara: “Un tipo estoico, con un asma terrible que en las montañas, con frío y por la noche, tenía la obligación de caminar y de enseñar al grupo” a hacer largas marchas.

“Fidel era carismático, un hombre joven, alto, buen mozo, con buena expresión”, recuerda Gómez, con su tono de voz alta, de acento cubano.

Otra imagen tiene de Raúl Castro que “solo era hermano de Fidel, para muchos solamente ‘Raulito’ (...) un hombre que tenía una historia como estudiante, pero que nunca se graduó”.

A Raúl Castro lo hace responsable de buena parte de la deriva de la Revolución que terminó convirtiendo la isla caribeña en símbolo del comunismo latinoamericano.

Llegados al poder, considera que los revolucionarios debieron “pensar más en Cuba”, ser “menos orgullosos” y “menos ambiciosos de gloria”. “Los revolucionarios cubanos éramos heroicos, líricos... la Cuba maravillosa de música, valientes, pero cuando hizo falta gobernarla, ¿qué pasó?”, dice Gómez sin ánimo de queja.

La isla iniciará un nuevo año con tareas pendientes, un parlamento aún dominado por el partido comunista, otro tripulante del Granma en el poder y un nuevo relato de la disidencia.

El naufragio

- Una embarcación liberal. El periplo del Granma fue del 15 al 30 de noviembre de 1956 y  terminó con disparos desde tierra firme. Causó una revuelta que acometieron 12 de los tripulantes y que instauró un gobierno comunista que lleva 58 años en el poder.

- 99 años tiene César Gómez Hernández, a quien los barbudos llamaron ‘El Viejo’.

- Gómez Hernández no estuvo de acuerdo con la conversión del régimen de Fidel y Raúl Castro al comunismo.  (F) et

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