Publicidad

Ecuador, 24 de Noviembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

El ingenio de mujeres impulsa el comercio en la calle 6 de Marzo

Un cochecito para bebé es rodado por una mujer de baja estatura que pasa de los 30 años. Con él recorre bajo el agobiante calor de la ciudad las transitadas veredas de las calles 6 de Marzo y Sucre, en el centro de Guayaquil. Por momentos parece ser una madre que pasea a su hijo, pero no.

Dentro del vehículo no hay ningún niño, sino una variedad de manzanas, mandarinas, fresas, membrillos y otras frutas de la temporada. Con licra y sandalias, la fémina ofrece “a un dólar las cinco manzanas”, pero a ratos su voz se desvanece entre el claxon de los buses y el “agua, lleve su agua” de otros vendedores.

Una cuadra antes otra mujer también ha adaptado esta idea ingeniosamente: en su coche exhibe medias para adultos y niños que ofrece en $ 1 y $ 5. Son las formas innovadoras que ellas utilizan para vender en una zona en la que el comercio crece a diario. También están las que utilizan su cuerpo para mostrar los artículos que tienen a la venta.

Una de ellas cuelga de su canguro, que usa para guardar el dinero, artículos como blusas, camisetas y pantalones de bebé, mientras que en una de sus manos sujeta una tabla de espumaflex en donde exhibe diademas con forma de cuernos, Mickey Mouse y otras figuras de moda. Lo mismo hace una señora afro que, en cambio, coloca en su cuello y sus brazos distintos tipos de cinturones.

El rostro de las vendedoras está en cada producto que se oferta en la 6 de Marzo, desde pañitos húmedos y frutas, hasta cueritos de chancho y helado de espumilla. Curiosamente, en esa transitada calle ellas no venden ningún producto de belleza, al contrario, lo hace un señor que pasa de los 45 años. Él también se encarga de poner uñas postizas con diseños.

Es la excepción en el lugar, en donde la creatividad de decenas de mujeres, provenientes del sur de la ciudad, refleja su entereza y su invaluable talento frente a vendedores antiguos y jóvenes. Al igual que ellos, las mujeres buscan ganarse el sustento diario para así mantener su hogar. (O)

Contenido externo patrocinado