Todo el mundo sabe que el prófugo Correa busca entorpecer el camino de la justicia inventando cualquier cosa que sirva para evitar las audiencias que lo incriminan.
Él está consciente de que no tiene salvación, dadas las pruebas contundentes y numerosas de ilícitos ejecutados durante 10 largos años de corrupción y hará lo que esté a su alcance para aprovechar el “olvido” o la ignorancia de la gente que votó por él en pasadas elecciones.
Como ejemplos que están sucediendo tiene a Evo Morales, narcotraficante escondido en Argentina y Cristina Fernández, pícara con 10 juicios de corrupción a cuestas, pero ostentando la vicepresidencia del pobre país al que solo le interesa que gane Boca Juniors para encubrirlos.
Una sentencia en firme sumiría a Correa en el ostracismo absoluto si se la tiene hasta noviembre; de lo contrario puede intervenir como candidato a cualquier cargo de designación a través de las urnas en las elecciones 2021, excepto la de Presidente.
Desde allí podrá seguir confabulando y organizando los robos a través de testaferros que le sobran y que van desde el simple “choro” hasta el magistrado con Toga.
La remendada justicia en funciones debe impedirlo apurando la sentencia máximo hasta octubre, de lo contrario dejará al próximo Gobierno en serios aprietos, al tener al aprovechado malandrín conspirando todos los días.
Dr. Carlos Mosquera Benalcázar