Se llama Alexis Mera y, en realidad, siempre fue su testaferro de confianza y fiel. Conocedor y cómplice de todas las intimidades del pícaro, fue su asesor, consejero y compadre.
Los chats que se publican son los que se envían dos amigos comentando lo trivial y las picardías. Correa: ¿Escribo que Larrea es el hombre del maletín?... No, más bien ponle Rasputín o Paulo César Farías al que ya le mataron.
Cuando Montúfar acusó a Glas y Correa se preocupa, Mera le dice: El abogado de Glas es bruto y figureti (debe referirse a Franco). Pocos días después Glas fue sentenciado.
A Correa le interesaban -por obvias razones- las acciones judiciales que se estaban impulsando contra exfuncionarios de su régimen procesados por delitos de corrupción, y Alexis era su ángel de la guarda.
La evaluación de los jueces que lo boicotearon a Trujillo nunca será lo estricta que se requería y por ello quedarán los mismos boicoteadores.
Por todo ello, Mera va resultando más útil que Correa para las investigaciones y es la razón por la que fue liberado por los jueces para que imite a Fernando Alvarado, pero aquello será difícil porque significaría el suicidio de la Ministra de Gobierno.
Esto parece más bien una novela filmada dentro de una cárcel que en Carondelet y, por lo visto, le faltan muchos capítulos. (O)
Dr. Carlos Mosquera Benalcázar