Sr. Director
Reciba cordiales saludos, y para su consideración el siguiente comentario:
La designación de un Papa latinoamericano coincide con grandes acontecimientos en la región, considerando que nuestra historia ha sido de sacrificios, luchas y esperanzas, desde los remotos antecedentes de insurgencia como la “Revolución de las alcabalas” en la Real Audiencia, la rebelión de Tupac Amaru, y más gestas de la libertad en América, compendiadas en las guerras de independencia lideradas por Bolívar, San Martín, Hidalgo, y toda la legión de próceres que componen la larga tradición de batallas triunfales o frustradas que se libraron por el ideal libertario.
Después de la emancipación política del continente, surgieron nuevamente las luchas por la justicia y la dignidad de los pueblos atropellados por las clases dominantes, apareciendo combatientes como Alfaro, Sandino, Prestes y Guevara, así como dirigentes populares que de alguna manera interpretaron las aspiraciones de la muchedumbre frustradas por siglos de decepción, incluyendo el sueño chileno de Revolución en Democracia con Allende, truncado por el imperio y sus sicarios, hasta que a fines del XX y principios del XXI surgen liderazgos con bases fundamentadas en concepciones socialistas dentro del marco republicano.
En tales circunstancias se constituyen gobiernos en Brasil, Uruguay, Argentina y Perú, comprometidos con sus pueblos, así como en Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, nacen liderazgos populares, que aspiran al socialismo denominado del siglo XXI, que principalmente propugna el valor del trabajo sobre el mercado, es decir dando mayor importancia al ser humano sobre los bienes materiales, lo que tiene algunas coincidencias con el llamado socialismo comunitario que inspiró en su momento a las corrientes social demócrata cristianas que durante la segunda mitad del siglo XX tuvieron muchos adherentes como alternativa a la denominada Dictadura del Proletariado, la misma que se desmoronó en Europa debido a lo rígido del sistema.
En este contexto con gran alegría para los pueblos latinoamericanos se anuncia la designación del Papa Francisco nacido en nuestra región, reafirmando que este continente es de la esperanza, como se lo ha llamado siempre, haciéndose justicia a la población más numerosa del mundo católico. Con lo expuesto, podemos concluir que muchos ecuatorianos, desde diferentes vertientes ideológicas, creemos en la necesidad de una sociedad más justa, dinámica y fructífera dentro del marco constitucional, para lo cual contamos con el liderazgo de un presidente realmente cristiano, consciente de su deber con la patria y con la historia, cuya talla continental se proyecta a nivel universal.
Atentamente
Ab. Jorge Chambers Hidalgo
Cc. 0900238502