Señor Director de Diario El Telégrafo, ciertamente me asombra el machismo, la mentalidad pueblerina y parroquiana de los que se proponen enjuiciar y destituir a la canciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa.
Se trata de una oposición ciega, que solo busca saciar sus propios caprichos, enconos personales y nada más, todas las concesiones le está haciendo al poder económico este gobierno, por darles gusto traicionó los postulados por los que ganó las elecciones.
Pero en este momento no se ve que esta Presidencia de la ONU es el mayor honor, prestigio y prestancia de nuestro Ecuador; cuántas influencias podemos tener en todas las acciones que emprenda en el mundo nuestro país; significa que hoy somos conocidos, estamos presentes, ya que antes éramos casi inexistentes en el contexto mundial.
Que estos caprichos tan ciegos y faltos del sentido de Patria ojalá no nos hagan más daño del que nos han hecho las derechas de nuestra nación, que prevalezca la razón, el honor y prestigio de Ecuador.
¿Qué tenía que hacer la diplomacia ante los guerrilleros, frente a la narco-delincuencia?, nada puede la diplomacia allí, están más que ciegos. Creo que todo es porque la Canciller no se arrodilla delante de ellos, ante el imperio, que quiere al mundo entero postrado ante él. (O)
GUILLERMO JURADO
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