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El Telégrafo

Intervención de Juan José Guamán en la frustrada audiencia del 15 de febrero

24 de febrero de 2012

Honorable señor juez Abg. Manuel Ernesto Prieto

Compañeros de la Juventud Revolucionaria, Diabluma, Juventud Comunista, Juventud Socialista y amigos de otras organizaciones aquí presentes:

Vamos a tratar de ser breves… pero al mismo tiempo vamos a ser específicos, directos y, sobre todo, vamos a llamar las cosas por su nombre.

Estamos aquí para oponernos, tal como lo hemos venido haciendo en otros espacios que ofrecen los países democráticos como el nuestro, a la intención del alcalde de la ciudad, abogado Jaime Nebot Saadi, de erigir una estatua del recientemente fallecido ex presidente Ing. León Febres-Cordero, en un lugar de la ciudad considerado como Patrimonio Cultural del Ecuador.

Aclaro que me refiero al ex presidente Febres-Cordero como recientemente fallecido desde el punto de vista histórico, pues tres o cuatro años en la historia no es nada. Y justamente por aquí quiero empezar:

Una de las razones que originan nuestra oposición a la estatua o monumento del ex presidente Febres-Cordero es la irreverencia a la historia de la ciudad y del país y el oportunismo político que practica el alcalde Nebot con esta acción.
Irreverencia o falta de respeto, que es lo mismo, hacia muchos hombres y mujeres de la patria que se sacrificaron por el bien común y con quienes estamos en deuda desde hace muchos años, e incluso siglos, al no habérselos favorecido con un monumento, como ahora se pretende hacer con un personaje a quien, en el mejor de los casos, la historia no termina de absolver.

¿Dónde está, alcalde Nebot, el monumento a Pedro J. Montero, a Ulpiano Páez, a Flavio y Medardo Alfaro, a Manuel Serrano?

¿Dónde está, alcalde Nebot, un memorial a las 500 víctimas -en su mayoría guayaquileños- de la masacre del 15 de noviembre de 1922, quienes cayeron víctimas de las balas asesinas de la represión y cuyos cuerpos fueron arrojados al río Guayas y su heroísmo inmortalizado por Joaquín Gallegos Lara en su libro “Las cruces sobre el agua”?

Diga el señor alcalde: ¿dónde está el monumento a la generala Manuela Sáenz, la más grande mujer ecuatoriana de todos los tiempos; o una calle o plaza que lleve su nombre? ¿Dónde está Marieta Veintimilla de Galindo, Gallegos Lara, Enrique Gil Gilbert y tantos otros ilustres que enaltecieron a Guayaquil y la patria y que no cometieron ningún crimen de lesa humanidad? ¿Dónde están los monumentos a los mártires del 29 de mayo de 1969, a Rafael Brito Mendoza?  Jóvenes estudiantes, como ahora nosotros, que lucharon por equidad y justicia social, contra gobiernos represores a quien usted quiere rendir pleitesía so pretexto del embellecimiento y ordenamiento arquitectónico de una parte de esta ciudad, lo cual es el deber de cualquier servidor publico.

¿Acaso, alcalde Nebot, esos hermanos y hermanas que murieron por pelear por lo que creían justo son menos ecuatorianos o menos guayaquileños? ¿O es que por no haber sido gente de la clase privilegiada merecen el olvido?

La juventud ecuatoriana, representada por la JR-AP y Diabluma, exigimos se redima a los verdaderos referentes históricos de nuestra patria revolucionaria.

También vemos una alta dosis de oportunismo político en esta intención del alcalde Nebot, debido a que resulta evidente que esta pretensión se da justamente cuando las tiendas políticas con las que él se identifica -los alicaídos movimiento Madera de Guerrero, hoy ya identificados por el pueblo ecuatoriano como “garroteros”; y el Partido Social

Cristiano- han tocado fondo y han dejado de tener un rol político importante en la ciudad y, menos aún, en el país… Vemos esta medida como una acción desesperada, algo que no nos importaría si no fuera porque el Alcalde pretende lograr su objetivo incurriendo en ilegalidades.

Estamos seguros, señor Alcalde, que si León Febres-Cordero pudiera pronunciarse no aceptaría de usted ningún reconocimiento, porque lo consideró a usted un oportunista y desleal; si algo hay que reconocer al ex presidente y alcalde es que era un derechista y político auténtico, no de medias tintas y calculador, como en vida Febres-Cordero lo acusó a usted, señor Alcalde. 

Por otro lado tenemos que el Alcalde elige un lugar que es considerado patrimonio cultural del Ecuador, en donde la Municipalidad no tiene jurisdicción.

Además, el alcalde Nebot ha dejado de lado a los artistas y artesanos nacionales para encargar la construcción de la estatua a Febres-Cordero en España. La medida no es solo antiética, sino también ilegal. La ley obliga a tomar en cuenta primero a los artistas y artesanos nacionales antes que a extranjeros, para estos casos.

Una de las razones, y quizá la razón más importante en esta polémica, es el personaje a quien se pretende inmortalizar. El ingeniero Febres-Cordero, como decía al principio, aún no pasa la prueba de la historia. Incluso la está reprobando con el récord de represión y violencia que cultivó durante sus años como presidente.

De esto esperamos que los ecuatorianos saquemos lecciones constructivas. Que se honre a quienes se debe honrar y que mañana no amanezcamos con una estatua del “garrotero” Andrés Roche en el Cerro del Carmen o con una del pirata Morgan en el malecón.

Muchas gracias.
Saludos,


Equipo de la Juventud Revolucionaria Alianza PAIS

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