Fueron tres los partidos políticos que ayudaron a confeccionar la obra maestra en el año 1999 (A.G.D.). Obra cuyo fin consistía en que el Estado asumiese la responsabilidad de los bancos que se iban a declarar insolventes, no así sus dueños, pues ellos quedarían “fondeados” con un alto patrimonio económico.

Estas estructuras políticas colapsaron a medida que se iban descubriendo verdades no confesadas.
El comprometer al Estado con altos costos en el auxilio económico a bancos privados del país le costó el liderazgo político a un hombre que daba las órdenes en “Cortijo” e hizo quebrar políticamente a un importante partido.

Hizo perder el gobierno a Mahuad y desaparecer a los hijos de la D.P. que se decían demócratas cristianos. Dejó sin efecto el discurso electoralista, del PREtencioso “verbo seductor” del mayor demagogo que tenía la República, evidenciándose lo comprometido que estaba con sus amigos los banker’s, que tenían el control del país, tanto en el aparato económico, político y judicial.

Solamente les quedó el dinero; perdieron el mando sobre las instituciones del país y ganaron la absoluta desconfianza de la población, que ahora no saben como recobrarla.

Los ciudadanos del país en su desesperación buscaban fórmulas mágicas o líderes capaces de enrumbar la Nación; pero habían márgenes fijos, hasta donde se podría pedir cambios, fuerzas endógenas y fuerzas exógenas seguían controlando al país. Junto a todo esto estaba la peor de las “fobias” que nos habían inventado: “El riesgo país”, que era una especie de “ahí viene el lobo”, al que nadie había visto, pero nos producía terror.

Los líderes de la partidocracia (excepto el Dr. Borja, que era un asunto aparte por su seriedad con la Patria) habían colapsado; el Dr. Noboa, Lucio Gutiérrez y el Dr. Palacios se constituyeron en un rezago de un sistema atomizado. La Nación exigía cambios en todas sus estructuras; se empezaba a caminar con mucho dolor y en silencio por las calles del país, se estaban dando las condiciones para una especie de guerra civil; los pobres estaban desesperados. “Los indignados del Ecuador” empezaban a salir a las calles: !porque habían pedido más de una vez, y muchos habían luchado inútilmente! !Porque habían sido humillados; porque el éxodo era masivo, y solo afectaba a los pobres! !

Querían reclamar por sus legítimos e irrenunciables derechos! Pero era “ilegal o imprudente” nos decían que: los inversionistas extranjeros se irían a Perú, Chile o Colombia, y consecuentemente “no habría trabajo”; todo por culpa de nosotros.

Empieza a aparecer un joven economista, con una terminología diferente: “que el peor de los riesgos país era la desatención social en una Nación”; “que no se necesitaban las inversiones golondrinas”, “que no se necesita seguir las recetas del FMI para tomar decisiones en materia económica”. Todo esto sonaba a cambio. Su magistral forma de comunicarse con las masas y defender sus tesis políticas, económicas y sociales frente a los apóstatas del viejo sistema abrieron una brecha en el país: Estos, que estaban enredados y que no podían retroceder, y las nuevas tesis del Econ. Rafael Correa, que aunque nuevas se hicieron invencibles.

A Rafael Correa la historia lo puso. Una “inmensa necesidad histórica”; una alta conciencia de las masas lo lleva al poder y lo respalda en cada una de las medidas que propone, para volverlo muy fuerte políticamente y emprender cambios profundos que gritaba la patria.

El viejo sistema dando sus últimos estertores, se disfraza de “NUEVA ERA” resistiéndose a morir, se inventa cualquier cosa: Parece haber “visto” tanto peculado en la “vieja era”, que hoy acusa a todos de este; recurre a un pastor de una iglesia sin Biblia y sin fieles, para que lo exorcise; sufre delirios de “moralista”. PRE-valido de inmunidad parlamentaria, el principal de sus voceros se cree orador; pero todos en el Ecuador sabemos que en lo único en que se ha convertido es en: “el insolente recadero de los Isaías”.

atte.
José Luis Morán Álvarez
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