Distribución equitativa de la riqueza aún es una quimera, pero avanza
26 de noviembre de 2012La Asamblea Nacional aprobó la semana pasada la Ley de Redistribución de los Ingresos del Gasto Social enviada por el Ejecutivo, lo que le permitirá aumentar de 30 a 50 dólares el Bono de Desarrollo Humano que reciben 1,9 millones de ecuatorianos.
La votación tuvo 79 voluntades a favor, 5 en contra y 10 abstenciones. Lo que demostró que la gran mayoría de asambleístas, algunos a regañadientes, votaron por la propuesta del presidente Rafael Correa.
Aquí se presenta una lectura interesante, puesto que los bloques del Movimiento Popular Democrático (MPD), Pachakutik, Sociedad Patriótica (PSP) y Prian votaron a favor. Sin embargo que los dos primeros, que pertenecen a la Alianza Plurinacional de Izquierdas, impulsan la candidatura de Alberto Acosta a la presidencia de la República, y este candidato, ese mismo día del segundo debate en el Pleno, se presentó por la mañana en los espacios de opinión de los canales “privados” y expresó su posición contraria a esta ley.
Entonces, Acosta demuestra con ello el doble discurso que tiene ante los problemas concomitantes de la sociedad, cuando por un lado, en campaña electorera, hace oposición a la propuesta del Presidente Rafael Correa, y por otro sus acompañantes -tratando de mostrar buena cara a los electores- votan a favor y están de acuerdo con el candidato de PAIS.
Al menos César Montúfar, de Concertación, se mostró tal como es: un defensor de los poderes económicos, como son los banqueros, y votó en contra de la ley.
De la misma manera negativa votó César Rodríguez, de la línea de Gustavo Larrea, compañero inseparable de Acosta. Igualmente mostró su antipatía al Presidente de la República el asambleísta amazónico Cléver Jiménez, que ante la odiosidad que siente por Correa prefirió apartarse de la línea que siguió en esta ocasión Pachakutik, que es el partido que los auspicia. Del independiente Fernando González y Rafael Dávila, de Alianza Libertad no se podía esperar otra actuación que no sea la de seguir en contra de todo lo que provenga del Ejecutivo, así sea que con su voto se perjudique a los más pobres de la Patria.
De Sociedad patriótica ya nada sorprende. Un día dicen una cosa y al otro día están en contra. Esta vez Lucio Gutiérrez quiso ser coherente con su campaña de elevar el Bono, aunque su propuesta no tenga sustento.
Y de Alvaro Noboa tampoco sorprenden sus reacciones. No hay una línea política definida a no ser que se adopte y adapte como tendencia el manejo empresarial, que es el hábitat del candidato de ultraderecha.
Por su parte el representante de la banca, Guillermo Lasso, de CREO, y todo su círculo de amigos, es decir, la Asociación de Bancos Privados y las Cámaras de la Producción, iniciaron un bombardeo a la opinión pública por medio de sus medios de comunicación amigos, para tratar de causar pánico y forzar al Ejecutivo a retirar su propuesta, que persigue continuar el camino de la equidad, tomando un poco de los que más tienen para entregar a los que menos tienen y más lo necesitan.
¿Será que la distribución equitativa de la riqueza es todavía una quimera? Algunos así lo piensan, sin embargo es una tarea dura pero no imposible que se ha trazado el gobierno de la Revolución Ciudadana y que nosostros aplaudimos.
atentamente,
Ramiro Serrano Miranda
Durán - Guayas