San Ramón, 19 de junio 2012

Señor

Orlando Pérez

Director de diario El Telégrafo

Presente

Estimado señor Director

El 13 de junio, diario El Telégrafo publicó un editorial titulado: “Caso Chevron: Repercusión en el mundo”, firmado por Fander Falconí, actual titular de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades). Este es el quinto editorial del Sr. Falconí contra Chevron en los últimos 12 meses.

En su último editorial, que es un nuevo ejemplo de interferencia del Gobierno ecuatoriano en el caso, el señor Falconí ignora una montaña de evidencias de fraude y corrupción contra Chevron en el juicio de Lago Agrio. Algunas de las pruebas irrefutables de conducta ilícita, incluyendo fraude en la redacción de la sentencia ecuatoriana contra la empresa, están disponibles en www.juiciocrudo.com.

Chevron, que nunca ha operado en el Ecuador, no tiene responsabilidad alguna por los supuestos daños en el Oriente ecuatoriano. Además, la sentencia emitida por el juez Nicolás Zambrano, aparte de ser escrita en secreto por los abogados de los demandantes, se fundamenta ilegítimamente en evidencia falsificada y sin fundamento científico. Se basa ilegalmente en la aplicación retroactiva de la ley.

Texaco Petroleum Company (TexPet) fue liberada por el Gobierno ecuatoriano en 1998 de toda futura responsabilidad por problemas ambientales en la región luego de la remediación realizada en los años 90 en un número de sitios proporcional a su participación accionaria. Además, la sentencia concede indemnizaciones punitivas y otros daños nunca pedidos en la demanda y no autorizados por la ley ecuatoriana. El señor Falconí tampoco reconoce la responsabilidad de Petroecuador, único operador en la región por los últimos 22 años, por cualquier problema ambiental existente hoy en día en la región.

Chevron exige que se revoque la sentencia y se declare nulo el proceso.

Atentamente

James Craig
Asesor de Comunicación para América Latina
de Chevron Corporation