Ab. Héctor Solórzano Camacho
Director Ejecutivo de la Comisión
de Tránsito del Ecuador

De mis consideraciones:
Pongo a su conocimiento un caso de abuso de poder, propio de la antigua burocracia, que me tocó vivir  en los bajos del malecón, que por ser una zona de alto movimiento comercial es menester dejar espacio para los vehículos que cargan o descargan objetos o pasajeros.

Yo llevaba no más de un minuto en esa acera, esperando que me subieran a la furgoneta una carga. Se acercó el oficial Carlos Torres a decirme que por favor me moviera, que estaba invadiendo el paso cebra.

Le respondí que lamentablemente toda la acera estaba ocupada con automóviles que llevaban allí rato, que yo estaba esperando una carga que no demoraría más de un minuto más, que por favor me permitiera esperar.

Me respondió que ese no era su problema y que me haría una citación, lo cual me pareció una respuesta surrealista, pues en la misma vereda había cuatro o cinco  autos que llevaban allí mucho más tiempo que yo. Él alegó que yo estaba invadiendo el paso cebra, pero yo le dije que era el único sitio que todos esos autos dejaban libre.

El caso es que terminó haciéndome una citación por “estacionar el lugar prohibido”, la cual impugno, pues yo no estaba estacionado sino parado esperando para cargar cosas en el carro.

No es la primera vez que sentimos hostigamiento de parte del personal de la CTE. En este lugar opera Manso Boutique Hostal, establecimiento hotelero que dirijo, y es muy frecuente que estemos junto al hostal embarcando o desembarcando pasajeros. Siempre les explicamos a los uniformados que el tiempo de espera es mínimo porque solo es cuestión de que los pasajeros suban sus maletas. Algunos de ellos sí entienden, pero otros no.

Aquí hay una doble irregularidad, pues que no nos permitan estar un tiempo razonable para que pasajeros suban o bajen (nunca más de 2-3 minutos) es de sí una actitud irracional y negativa. Pero lo peor es que muchas veces estacionan allí por períodos de hasta una hora autos de la Prefectura u otras instituciones oficiales.

Este tema ha sido incluso motivo de burla (hacia la CTE) de turistas que resaltan el hecho de que haya uniformados en Ecuador que todavía no adoptan una actitud de servicio a la ciudadanía, sino que siguen repitiendo el paradigma del oficial autoritario.

Aprovecho para denunciar también una situación que se da en la calle Illingworth, donde siempre ha sido costumbre que los vehículos que tienen que esperar se detengan en doble fila.

La doble fila en esa calle no interrumpe el tráfico y más bien es un desahogo para el tráfico del centro que todos esos autos no estén dando “vueltas a la manzana”. Pues resulta que desde que los uniformados de la CTE tienen sus cámaras, parecen estar a la caza de vehículos que están allí esperando. Pregunto: ¿la Policía de Tránsito no debería existir para un fin práctico? Es más el daño que el bien que hace multando a los autos que esperan en esa calle.

Cordialmente
Ricardo  Cevallos
Director Manso Boutique Hostal