El legendario Hno. Adolfo Armijos

Uno de los colegios emblemáticos de Guayaquil es el tradicional San José La Salle, centro educativo que a través del tiempo ha educado y formado a miles de ciudadanos  que, luego de incorporarse como bachilleres, se han abierto campo en diferentes actividades: profesionales, científicas, empresariales, industriales, culturales  y académicas.

El hermano Adolfo Armijos, que ahora cumple las funciones de inspector general de esta institución educativa, es -sin lugar a dudas- la piedra angular y fundamental de los valores más preciosos, inculcados por él, en la formación de sus estudiantes y, como  lo señalara alguna vez en una magistral conferencia el Dr. Ramiro Larrea Santos, ex alumno de La Salle: “El Hno. Armijos le marcó su vida, para ser un buen maestro, excelente profesional y entregado totalmente al servicio de la sociedad”.

El hermano Adolfo, como lo recuerdan cariñosamente las pasadas generaciones de alumnos, ha servido al plantel por casi 60 años ininterrumpidamente. Hombre de virtudes excelsas, brillantez de pensamiento y honradez acrisolada, ha sabido a lo largo de los años ganarse el afecto y cariño de miles de alumnos, de los hermanos de La Salle, de la ciudadanía guayaquileña y padres de familia, que nos sentimos orgullosos de su noble amistad.

Los bachilleres de la promoción 64, de este año 2012, agradecieron imperecederamente al hermano Adolfo por sus sabias enseñanzas y dijeron sentirse preparados  para iniciar su nueva etapa estudiantil en las aulas universitarias.

Cabe, entonces, sensibilizar al Gobierno Nacional, y en particular al presidente de la República, Rafael Correa, ilustre ex alumno del centenario plantel, para realizar un justo y merecido homenaje al insigne Hno.

Adolfo Diositeo Armijos Jarrín, quien con amor y pasión ha entregado  su fructífera e incansable labor al servicio de la niñez y juventud que pasaron por estas aulas.


Del señor Director


Galo Bonifaz Saltos
Guayaquil