PAÍS DE LOS AUDACES
Nada es imposible en éste país de Manuelito. Aquello que sostenía Gabriel García Marquez " de que es la vida y no la muerte la que no tiene límites", es una verdad incuestionable; aquí vemos a diario "volar un burro" y no nos causa admiración alguna.
Cualquier cosa para nosotros los ecuatorianos es moda común y corriente, muy especialmente en época de elecciones. Se terminó para felicidad de muchos y nostalgia de otros la corrida electoral en Venezuela, hoy nos aprestamos para una interna en el país, razones suficientes para cabalgar con Rocinante e inventar nuevas aventuras en la polvorosa tierra de Montiel.
Si el apergaminado Guillermo Lasso en su chochería por captar el poder escoge como fórmula vicepresidencial a doña Lucía Armijos, cuatro vivarachos aplaudirán a rabiar tan sabio escogitamiento. La mayoría de nuestra gente ya está olvidando los atracos que se produjeron en nuestro país, en la época de Mahuad a tráves de la Junta Monetaria, dirigida por la meliflua paralanchina, funcionaria eterna del Banco Emisor.
Allí, en ese cenáculo de sabios se cocieron la dolarización de nuestra moneda, entregaron los dineros del Estado a bancos privados para el supuesto salvataje bancario, a la "tonta del barrio" la obligaron a recibir bienes inservibles como dación en pago, los miembros de la Junta Monetaria -alcahuetes de la banca privada- se peleaban por ser avaluadores de los bienes a recibir, se llevaron el "santo y la limosna" y dejaron a un país en miseria.
Pero ya nadie quiere recordar quienes fueron los trashumantes integrantes de la Junta Monetaria que proyectaron la lucifernia maldad en contra del Estado; son aquellos que hoy se rasgan las vestiduras y se escandalizan por un préstamo otorgado al argentino Duzac, crédito que sin lugar a dudas ha tenido irregularidades, jugadas de gambito que en muchos casos no los puede observar ni el ojo de Dios.
Se escandaliza al país por un préstamo de $ 800.000, se proyecta ésta trapisonda a nieveles internacionales, causa una admiración colapsadora al Ab.Roldós Aguilera, por esta jugada crediticia en manos de funcionarios de segunda proyectando el mal hacia el gobierno de turno, sin darse cuenta que el denunciante ha sido un brillante abogado al servicio de la banca privada. Si no puede hablar "de la soga en la casa del ahorcado", asimismo fue de consumo diario, los perjuicios de la bancocracia en contra del Banco Central.
Las prostitutas predicando fidelidad amorosa. Las entregas en dación en pago de bienes inservibles al Banco Emisor por parte de Financiera del Sur (Banco de Guayaquil), las movidas escandalosas de Bancomex y de Financiera Manabí, dejan en mal predicamento a quienes hoy se escandalizan por el préstamo a Duzac. Esto es un pálido reflejo de movidas geniales de magos que dejaron en soletas al país, particular que estaremos prontos a desempolvar los instrumentos públicos que reposan en la Superintendencia de bancos y en los Registros de la Propiedad de los cantones de Manta y Portoviejo, para terminar con los Judas del Siglo XXI.
Atentamente,
Julio Cevallos