Traidores
De todas las personas que forman nuestra sociedad las más repulsivas son las traidoras, representadas en la historia por Judas Iscariote, que por unas pocas monedas vendió a su Maestro.
Actualmente, los modernos Judas, que son los opositores a gobiernos progresistas, minorías que el pueblo les ha negado su apoyo por corruptos, no reparan en el daño que le pueden hacer a su país y recurren a organismos internacionales manipulados por el imperio para hacer sus mentirosas denuncias, sabiendo que el imperio es generoso con los Judas.
En nuestro país, los vendepatria recurren a la Comisión Interamericana de derechos humanos (CIDH), que es un organismo al servicio del imperio, con denuncias mentirosas, pidiendo medidas cautelares por las medidas tomadas por las autoridades de justicia por sus delitos. El Gobierno ya debería pensar en retirarse de la CIDH.
Un diputado, dueño de una radio, moroso con el Estado y que no paga impuestos, por lo que se le cerró la radio, en forma cínica va con la denuncia de que se le suspende la radio en forma abusiva para acallar la cacareada “libre expresión”.
Así mismo, los opositores, huérfanos de respaldo popular, en su afán de hacer creer que sí lo tienen, en el acto más burdo de corrupción, presentan firmas falsificadas para la inscripción de sus agrupaciones políticas, por lo que dichas agrupaciones deben legalmente ser eliminadas, ante lo cual ya se están preparando para ir a la CIDH a denunciar que se están “violentando sus derechos políticos de libre agrupación”. A dichos señores, la justicia debería enviarlos a la cárcel.
De Ud. muy atentamente,
Luis Guillermo Sotomayor Valarezo
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