Señor
Dr. Orlando Pérez
DIRECTOR DIARIO EL TELÉGRAFO
A propósito de la falsificación de firmas debemos recordar que hace algún tiempo, los datos de los ecuatorianos que constan en el Registro Civil se vendían en la bahía, como si fuera pan en la panadería. También ocurrió un hecho curioso a un familiar mío; sacó un teléfono celular con plan en la empresa más grande que opera en el Ecuador, pero la persona que anotaba los datos cometió un error, al apellido paterno le cambió la ultima letra (una vocal por otra, de lo cual no se percató el familiar mío si no después y no hizo rectificar porque resultaba una pasadera de tiempo y no creía que tuviera mayor importancia en este caso, y cuando días después fue a un almacén a realizar una compra y al solicitar la factura, el vendedor le pidió el número de cédula de identidad y al ingresar solamente este dato en la computadora del mencionado almacén automáticamente salieron los datos personales, incluso con la dirección domiciliaria, pero el apellido paterno estaba con la última vocal cambiada, tal cual como estaba en la mencionada operadora de servicio telefónico celular.
Al pedirle una explicación al empleado sobre esta “curiosidad”, se hizo como se dice popularmente el “ loco” y no contestó a la pregunta. Este hecho le causó sorpresa porque él nunca antes había comprado en este local comercial y por lo tanto su información personal no tenía por qué estar en su base de datos de clientes.
Yo sugiero que en las investigaciones que se realicen también se incluya la operadora del celular de la persona afectada para ver si no es a lo mejor de ahí donde se filtraron los datos, sin que esto quiera decir necesariamente que sus directivos estén involucrados en esta anomalía, sino en los mandos medios o inferiores o ex colaboradores.
Como se ha informado, en el país existían más usuarios de teléfono que habitantes, o también como ya está regularizado este servicio se compare con los datos que tiene Conatel. Como usted sabe, a esta empresa el gobierno ecuatoriano le obligó a que cumpliera con sus tributos de manera correcta.
En todo caso, en el Ecuador no solamente los niños vienen al mundo con un pan debajo del brazo sino con un teléfono celular activado.
Ahora, por ejemplo, si un cliente conocido de un banco va y solicita que le descuenten letras pagares etc. etc., la entidad crediticia si el cliente es conocido y supuestamente de buena fe, le acepta y luego al revisar detenidamente o al vencimiento de esos documentos se percata de que son falsos los documentos la culpa no es del banco que no dudó de la buena fe de sus cliente sino de quien los presentó como válidos.
Y para no alargar más creo que aquí “LOS ESTAFADORES RESULTARON ESTAFADOS”.
Saludos
Toribio Solorzano Parrales