Hace un poco más de 100 años, el 25 de enero de 1912, ocurrió un execrable crimen en la persona del distinguido caballero revolucionario, liberal y hombre de confianza del “Viejo Luchador”, el coronel Pedro J. Montero Maridueña.
En este día aciago el coronel Montero había sido citado a la Gobernación de la provincia del Guayas para seguirle un proceso legal en su contra, pero realmente era una trampa para asesinarlo y arrastrarlo cinco cuadras hasta la plaza San Francisco; luego de crueles vejámenes fue incinerado.
Este distinguidísimo militar y personaje revolucionario y liberal de aquella época fue presa de los pseudoliberales asociados con las clases dominantes -la oligarquía-, así como el clero religioso controlado totalmente por el Vaticano.
Este incansable hombre de armas nació en Yaguachi en junio de 1862 y recibió de su padre la orientación militar, el pundonor y la lealtad. Participó en campañas y combates en los años 1883, 1884, 1895 y 1896; peleó contra Ignacio de Veintimilla y José Plácido Caamaño.
Combatió heroicamente en distintos lugares de la patria, como en la Aurora, Quevedo, San Antonio de Manabí, Chambo, Cuenca, Huigra, Naranjito y Yaguachi.
El coronel Pedro J. Montero, conocido como el “Tigre de Bulubulu”, se ubica en la nómina de mártires de la Revolución Liberal, como Nicolás Infante, Belisario Torres, Luis Vargas Torres y otros héroes de la Revolución Liberal Alfarista.
Atentamente
Ing. Gilbert F. Ortega Calderón