Concepción, Chile.-

Las ‘tropas’ de Dunga y Ramón Díaz se plantarán hoy (16:30) en el estadio Municipal de la helada Concepción para un choque muy físico, defensivo y, sobre todo, táctico. Del Brasil-Paraguay en la Copa América sobrevivirán solo los valientes.

De un lado, con sus armaduras y estandartes verdes y amarillos: Daniel Alves, Thiago Silva, Miranda y Filipe Luis. Del otro, Bruno Valdez, Marcos Cáceres, Paulo da Silva e Iván Piris. Será un partido de decisión y los entrenadores no dudarán en levantar una muralla para proteger cualquier resultado.

“Tenemos que estar preparados, Paraguay es difícil. Va a estar complicado para Brasil, es importante tener la seguridad competitiva, tratar de no sufrir goles. Brasil tiene potencial, a pesar de que Neymar no está”, explicó Dunga.

El único vestigio de ‘jogo bonito’ en Brasil recibió una tarjeta roja. Neymar, con su técnica insolente, hábil y veloz, fue sancionado por 4 partidos después de iniciar una gresca en el último partido que disputó por la fase de grupos. Dunga insistió desde el principio que Brasil no sufría de ‘neymardependencia’ y hoy intentará demostrarlo.

“Este grupo no se resume a Neymar”, dijo el entrenador de porteros, Claudio Taffarel, en una rueda de prensa. “Así como tuvimos a Careca, Romario, Ronaldo, siempre habrá un nombre, pero la selección es un grupo”, aseguró.

Venezuela, un país sin tradición futbolística, fue su primer escollo. Brasil se impuso 2-1 en un partido en el que los ‘vinotintos’ presionaron sobre todo al final del partido y casi sellan el empate. ¿Qué hizo Dunga? Construyó la muralla. Entró con el zaguero David Luiz, adelantado como volante, por el mediocampista Philippe Coutinho, y el zaguero Marquinhos por Robinho, que supo sustituir a Neymar en aquel partido.

“¡Burro, burro!”, le gritaban algunos ‘torcedores’ a Dunga por la última decisión. Robinho, el experimentado atacante de 31 años, asumió el papel de cerebro del partido y se lanzó encima la pesada mochila de Neymar, moviendo el balón y creando situaciones.

A Brasil le encanta hablar de la ‘catimba’, un término que usan para definir el antijuego, la estrategia para evitar el desarrollo de un juego, y que atribuyen a todos en el fútbol suramericano, menos a ellos mismos. Y no dudarán en usarlo ante Paraguay, para justificar cualquier resultado adverso.

Pero la verdad es que la ‘Seleçao’ es un poco ‘catimbera’ y no dudará en repartir algunas faltas para evitar cualquier amenaza. Brasil entrenó estos días cobro de penales, para no repetir el fiasco de hace cuatro años en Argentina.

En Paraguay, el discurso está muy claro. Será un juego de ‘matar o morir’, según lo definió Da Silva.

El equipo pasa por una renovación bajo la batuta del DT argentino Ramón Díaz, que aunque partidario del fútbol ofensivo, ha dicho que Paraguay debe volver a su modelo defensivo de antaño. “Falta para jugar lindo”, aceptó en una entrevista al asumir el equipo.   

Y esa maña y ‘garra’ característica de los ‘guaraníes’ serán las principales herramientas para forzar el resultado. No en vano Paraguay llegó a la final de la Copa América Argentina 2011 sin ganar un solo partido. (I)