Los estudiantes deben crear sus reglas de convivencia
El Código de convivencia es un documento que los estudiantes, profesores y padres de familia deben crear en cada institución educativa para establecer reglas. Así lo indica el Reglamento de la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), en su artículo 89.
Este documento debe detallar los principios, objetivos y políticas institucionales que regulen las relaciones entre los miembros de la comunidad educativa. Para algunas autoridades consultadas, resulta acertado crear este código, aunque algunos establecimientos ya tenían este documento.
El licenciado en pedagogía Marco Tapuez considera que este reglamento es más “democrático” porque se toma en cuenta la opinión de todos los actores en el proceso de formación estudiantil.
Claudio Quezada, vicerrector del Colegio Técnico Sucre, coincidió con ese criterio. Al igual que el resto de establecimientos, la institución ya se preparó su propio código. Este fue presentado a la Dirección Provincial de Educación de Pichincha. Los cambios no son tan radicales, pero sí son necesarios. “El Código de convivencia es un conjunto de acuerdos y compromisos que reemplazan al reglamento interno de la institución”.
En la comisión que conformará el código participará el rector, los dos vicerrectores del colegio, el inspector general, el subinspector, un representante del Consejo Ejecutivo, un representante del Gobierno Escolar, dos delegados de la Asociación de Padres de Familia y el Presidente del Consejo Estudiantil.
Rodrigo Chora, inspector del colegio Rafael Andrade, señala que durante cuatro años, una comitiva elaboró su propio código. Un mes después de empezar a difundir este documento, se publicó en el Registro Oficial el Reglamento de la LOEI. “Los parámetros son distintos. Con el código propuesto por el Ministerio de Educación el estudiante ya no pierde el año por bajas calificaciones, sino por inasistencia recurrente”, explicó el inspector.
Algo parecido ocurrió en el colegio Simón Bolívar. En septiembre de 2011 empezaron a utilizar su Código de convivencia: “Ahora esperamos que el Ministerio nos envíe un prototipo para crear nuevamente el código, porque hay cambios importantes”, señaló Mario Carrillo, rector del plantel.
Este código debe respetar “el desarrollo de valores éticos integrales y de respeto a la diferencia y a la identidad cultural”.
Alison Luna, alumna de 8º de básica del Mejía, reconoció que no sabía del Código de convivencia, pero cree que no será difícil cumplirlo. “Todos debemos llevarnos bien entre todos”, dijo.
Dos puntos de atención para entregar cupos
Durante las últimas semanas aún se han registrado, en Quito, casos de padres de familia que no encuentran cupo en los establecimientos educativos.
Por eso, desde ayer el Ministerio de Educación conformó dos nuevos centros de atención para los padres que todavía no logran matricular a sus hijos.
La recepción de documentos se efectuó en el coliseo del Colegio Veinticuatro de Mayo (destinado para los habitantes del norte de Quito) hasta donde acudieron alrededor de 400 personas; y el coliseo del Colegio Consejo Provincial (para los del sur de Quito), en donde se reportó un número similar.
El Ministerio de Educación garantizó cupos para todos los estudiantes que los requieran. Cada puesto contó con 10 puntos de atención para recibir a los padres, quienes se mostraron preocupados porque ya está por concluir la primera semana del año escolar.
La subsecretaria de Educación, Alba Toledo, considera que la atención ha sido muy fluida. Solo en las primeras horas del día se receptaron los documentos de 100 estudiantes.
Esta no es la única medida. El Ministerio de Educación dispuso también brigadas para localizar los casos donde los padres no han logrado obtener un cupo para sus hijos.